sábado, 3 de marzo de 2007

Las razones de Rosenblut para no entrar a comisión "clave" del PPD: "Era imprudente, poco práctico"

La Segunda
02.03.2007

"A los 55 años que voy a cumplir, tengo el compromiso y las ganas de aportar, que es distinto de ser un actor político en un país donde no vivo", dice al explicar por qué desechó invitación de Bitar a grupo programático.

"Con importantes costos políticos de corto plazo, el liderazgo de la Presidenta está promoviendo un cambio estructural que me atrevo a llamar 'TransChile' más que Transantiago".

"El desorden del mundo político tiene que ver con agendas lógicas y legítimas de algunos partidos, pero las tareas se están haciendo".



Por M. Soledad Vial A.

Aunque habitualmente viene sólo dos días al mes a Santiago, la semana que pasó en el lago Vichuquén en enero -cuando tradicionalmente celebra la fiesta de Hanuka junto a su familia- fue suficiente para volverlo a la primera línea. Notoriedad que disgusta a este empresario con domicilio comercial en Miami desde hace 10 años, pero que toma mensualmente el pulso "chilensis" desde los sillones directivos de Chilectra y Ripley, amén de otros negocios personales.

Tiempo después de dejar la subsecretaría de la Presidencia en el gobierno de Frei, "privatizarse" y decidir emigrar a EE.UU., Jorge Rosenblut congeló su militancia en el PPD. No por eso se afectaron los estrechos lazos con su ex casa política o el conglomerado político que lo llevó a los gobiernos de Aylwin y Frei. Tampoco disminuyó su ayuda a diversas campañas, que incluso lo instaló en la sensible misión financiera del comando presidencial de Bachelet.

"Siento responsabilidad y compromiso", reitera varias veces, en su departamento de Las Condes. "Pero no soy actor político de un país donde no vivo", dice con la misma insistencia, al explicar por qué no acogerá la invitación de Sergio Bitar a integrar la comisión programática, con que el presidente del PPD intenta encauzar la aguda crisis interna.

-Pero Bitar no sólo lo invitó, si no que anunció su llegada.

-Sí, pensé participar, pero al final encontré que viniendo dos días al mes a Chile, tomando parte en la dirección de grandes empresas y en la promoción de inversiones, era imprudente e poco práctico actuar en la política del país en que no vivía.

-¿Le pareció incompatible?

-No, poco prudente y práctico. Si, porque la política contingente requiere estar en el debate, y no vivo en Chile. Eso no quita que pertenezca a una generación de técnicos tributaria de la generosidad de la Concertación. Siento responsabilidad y compromiso, toda vez que Sergio Bitar en el 82, sin conocerme y después de conversar 3 horas en Washington, me apoyó para entrar a la Universidad de Harvard; luego, Boeninger me invitó al gobierno del Presidente Aylwin, y después Frei a las subsecretarías de Telecomunicaciones y de la Presidencia. Last but not least, la candidata Bachelet me convocó a un puesto sensible de su campaña.

-¿Ese compromiso lo siente hacia la Concertación o el PPD?

-No milito en el PPD desde hace casi 10 años, pero obviamente es la casa que...

-... ¿por qué dejó la militancia?

-Porque al trasladarme a EE.UU. ya no tenía lógica. He estado conversando con Sergio Bitar, le tengo cariño personal, y le he señalado que puede invitar a decenas de empresarios y profesionales PPD a que lo acompañen en esta reflexión estratégica sobre el Chile del 2020. En eso, encantado.

-Entonces, ¿está dispuesto a ser un asesor en la periferia, pero no a entrar a la orgánica del partido?

-Evidente. A los 55 años que voy a cumplir, tengo el compromiso y las ganas de aportar, que es distinto a ser actor político en un país donde no vivo.

-¿Influyó que se viera su llegada al PPD como el desembarco del think tank Expansiva, al que pertenece, y el fortalecimiento de su amigo Guido Girardi?

-El cuero lo tengo suficientemente duro para que no me afecten interpretaciones veraniegas faltas de noticias.

-Pero inicialmente aceptó...

-Claro, porque en el propio entusiasmo del verano vine por dos días, conversé con alguna gente y me hizo sentido siendo parte del conglomerado. Pero cuando uno se transforma en el centro de la noticia... eso es política, y yo no estoy en la política.

"No existe el pensamiento de Expansiva"

-¿Y existe en Expansiva ese interés por profundizar su influencia política, como se dice?

-Falso. La "expansivisación" de la gestión de los ministros Eduardo Bitran, Vivianne Blanlot o Andrés Velasco es un error garrafal. Es una generación tributaria del éxito de la Concertación, que piensa bastante parecido en ciertos temas, y que no requiere reuniones de complot como algún columnista dice.

-¿No es la vocación de todo think tank influir en las políticas públicas?

-No, Expansiva se crea como un foro de debate distinto de los partidos. No existe el pensamiento de Expansiva, salvo la libertad de pensar, no tenemos un ideario común. En materia regulatoria, mi pensamiento y el de Eduardo Bitran no son similares; con mucho afecto, hemos tenido y seguiremos teniendo discusiones.

-¿Tampoco quieren frenar una candidatura presidencial de Lagos 2009?

-Absolutamente falso.

-¿Estimularon estas versiones que usted se haya inclinado públicamente por la candidatura de Insulza?

-En múltiples oportunidades he dicho que es increíble que tras 17 años en el poder, la Concertación esté tan vigente que mira el 2010 con un electo estelar, donde están los ex Presidentes Frei y Lagos; el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza; la senadora Soledad Alvear, por nombrar algunos.

Directorios:"Me están tocando esos privilegios, ¿por qué los voy a cambiar?"

-Si no es en la comisión, ¿como ayudará en la actual crisis que vive el PPD? ¿No es más eficiente un rol definido, que una asesoría en la trastienda?

-No, porque hay mucha más gente que puede hacer eso con más talento y creo que aportar hoy desde el mundo de la empresa es clave. Participo en la principal empresa eléctrica del país y estamos haciendo acciones importantes para fortalecer la matriz energética chilena. Participo en uno de los crecimientos más sorprendentes de tiendas por departamento en Chile, a través de Ripley. Me están tocando esos privilegios, ¿por qué los voy a cambiar?, ¿no son también formas de aportar?

-¿Hay ahí una crítica a quienes están en el mundo empresarial y militan en partidos políticos?

-Ninguna. Considero absurdos los comentarios sobre Ricardo Solari (vicepresidente del PS y presidente de los buses Alsacia y Express), que es un gran economista y está en una empresa que juega un rol clave en los cambios del Transantiago.

Me sorprende que nos miremos mucho el ombligo. La discusión política en Chile no aborda temas clave como los nuevos fenómenos políticos que viven América Latina y algunos países emergentes.

-¿A dónde apunta?

-A que han reemergido movimientos populistas que tienen futuro en América Latina porque hay dinero para financiarlos. En lo personal, es una agresión, porque la economía de mercado es lo que ha producido en Chile los veintitantos años de mayor crecimiento, bienestar y aumento de cohesión social. Sin embargo, no estamos en esa discusión.

-¿No le parece que el propio gobierno, deliberadamente, evita ese tema?

-Tuve el privilegio de acompañar a la Presidenta a Nueva York, la vi en importantes foros empresariales, y no hubo dudas en sus palabras. En los últimos 17 años no he visto en Chile ningún cambio en ese sentido.

Yo miro los actos. En este momento, y con importantes costos políticos de corto plazo, el liderazgo de la Presidenta está promoviendo un cambio estructural que me atrevo a llamar "TransChile" más que Transantiago, sabiendo que produce bienestar a largo plazo. Lo mismo con una reforma previsional.

Eso representa un cambio desde la estrategia de los consensos políticos de los 80, al consenso público-privado para reformas estructurales necesarias en el país.

-¿Y puede reemplazar al consenso político, crecientemente esquivo incluso dentro de la propia Concertación?

-No, pero puede exigir una modernización de los diálogos. Cuando los "TransChile" vayan ocurriendo en distintas áreas, la Alianza y la Concertación deberán sumarse de todas maneras. El desorden del mundo político tiene que ver con agendas lógicas y legítimas de algunos partidos, pero las tareas se están haciendo. Tenemos que acostumbrarnos a vivir con un ruido político relativamente alto; hay una Alianza que está preocupada porque ha tratado de ser gobierno durante 17 años y no le ha ido bien, y una Concertación que debe seguir modernizándose.

Lo importante es que tras el respaldo de la Presidenta al ministro (Sergio) Espejo, a la mística que él le ha impuesto, emerjan más "ESPEJOS"que pongan velocidad a reformas estructurales en un consenso público-privado.

"El 2006 estaba jugado el 2005"

-¿Considera un signo del gobierno de Bachelet haber tendido puentes hacia el mundo privado que posibiliten ese consenso?

-El envío de la reforma previsional al Congreso requirió una interacción público-privada tremendamente fina para mandar un proyecto sensato para el Gobierno y para las distintas industrias financieras involucradas. Esa sintonía fina existe.

En el tema energético, que me toca de cerca, desde la Presidenta, la ministra junto a otros ministros han estado preocupados de fortalecer nuestra matriz.

-¿Por qué, entonces, la Presidenta no priorizó su relación con los empresarios hasta que las encuestas anotaron una brusca caída de la confianza?

-Pienso que sí lo hizo, las formas son distintas de persona a persona.

-¿Le preocupa que, pese a las inmejorables condiciones internacionales de 2006, Chile haya crecido sólo 4,2%?

-Me gustaría poder responder en marzo de 2008, porque este presupuesto 2007 es el primero construido por la Presidenta Bachelet y su gabinete. El año pasado fue la ejecución de la administración anterior, el 2006 estaba jugado el 2005. Tanto el ministro de Hacienda como otros ministros, por encargo de la Presidenta, están avanzando en reformas estructurales.


Girardi: "Le tengo mucha estimación, particularmente en este momento"

-Uno de los protagonistas de este nuevo "ruido" político es precisamente su amigo, el senador Guido Girardi. ¿Cómo compatibiliza esa amistad con su discurso antiempresarial, que ha golpeado a AFP, isapres, a Celulosa Arauco, e incluso al proyecto Aysén del grupo Endesa, al cual usted pertenece?

-Según he leído, la preocupación del senador Girardi respecto del proyecto Aysén se refiere a las áreas de inundación, no a la utilización del recurso hídrico. Y, según uno lee, ha conseguido que se reflexione y mejore ese tema.

Somos todos mayores de 21 años, y cada uno habla como le parece; el fondo de lo que él dice tiene un impacto.

-Usted fue director de AFP Cuprum. ¿Cómo recibió los dichos de Girardi en cuanto a "los ladrones de cuello y corbata"?

-Fue una frase poco feliz, y en el fondo no lo representa. Que levante la mano quien en su vida adulta no se ha salido de libreto en una expresión pública.

-No se recuerda en los últimos años una descalificación de esa magnitud.

-Ha habido descalificaciones poco afortunadas en todos los ámbitos; ésta es una de ellas.

-¿Lo conversaron?

-De mis conversaciones privadas con el senador Girardi -que son frecuentes porque le tengo mucha estimación, particularmente en este momento-... sólo puedo decir que no fueron afortunadas.

-¿Cómo ve su situación "en este momento"?

-No me corresponde opinar sobre temas que se ventilan en el aparato jurídico del país. Es otro cambio importante que ciertos temas sean encausados por un aparato jurídico moderno y totalmente independiente como el que tenemos.

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