miércoles, 31 de enero de 2007

Tribunal Supremo del PPD suspende derechos de militante a diputados Soto y González

El Mercurio Online
31.01.2007

SANTIAGO.- Mediante un comunicado de prensa, el Partido Por la Democracia (PPD) informó que respecto de la situación partidaria de los diputados Laura Soto y Rodrigo González, el Tribunal Supremo de la colectividad,resolvió suspender sus derechos como militantes.

En este mismo sentido, en el caso del ex diputado Jorge Schaulson, el tribunal resolvió "desechar la solicitud de reconsideración de la medida de expulsión del Partido Por la Democracia al señor Jorge Schaulsohn", resolución adoptada el 26 de diciembre último.

Entre los argumentos del Tribunal Supremo se señala que la solicitud de reconsideración “consta de un documento de dos carillas, sin firma alguna, pese a que se adjunta un listado de supuestos firmantes, entre los que, en todo caso, no aparece el afectado”.

Agrega que "este Tribunal es de opinión que, tal como la censura contraviene la democracia, es consustancial a ésta y a la libertad de expresión la responsabilidad por lo que se denuncia de modo torcido", en alusión a la supuesta "ideología de la corrupción" que se habría inventado por los gobiernos de la Concertación y en especial durante la administración encabezada por el ex Presidente Ricardo Lagos, militante del PPD.

En este sentido, el texto también señala que la resolución del TS indica que "lejos de haberse coartado la libertad de expresión del señor Schaulsohn, la que ha ejercido y continúa ejerciendo profusamente, según es público y notorio, lo que ha hecho este Tribunal es imponer a su conducta políticamente irresponsable, las consecuencias que le son propias y que en este caso consisten en su alejamiento de este partido, por ser incompatible aquella conducta con su permanencia en él".

domingo, 28 de enero de 2007

Elecciones anticipadas

La propuesta de René Jofré para enfrentar la crisis del ppd
La Nación
28.01.2007


El río está revuelto en el PPD desde 2006 y, al parecer, este año no será la excepción: deberá enfrentar los posibles desafueros de los diputados Laura Soto y Rodrigo González, por el tema de los Programas de Generación de Empleos (PGE) en la V Región; y también el caso Publicam, donde el senador Guido Girardi se ha visto involucrado.

El ex dirigente PPD, que hoy se declara independiente-laguista, propone una fórmula para superar el impasse: adelantar las elecciones internas, seguir con el actual timonel Sergio Bitar a la cabeza, pero cambiar parte o todos los miembros restantes de la mesa.

–¿Estamos frente a la aparición de una nueva tendencia en su partido formada por laguistas y ex disidentes?

–En el PPD no hay tendencias claramente establecidas. Lo que existe es una natural confluencia de visiones con muchos miembros de la comisión política, como con Jorge Insunza (ex disidente florista) y Nicolás Eyzaguirre (laguista), que tenemos una apreciación de la crisis distinta a una parte de la mesa.

–¿Qué es lo que une a los laguistas del PPD?

–Hay una diferencia en el análisis de la crisis: algunos estimamos que es grave y compleja. Y que la manera de salir de ella es reconociendo su magnitud y encarando sus síntomas, además de lograr una interpretación común de lo sucedido. Pero hay otros que relativizan este diagnóstico.

–¿Lo hace Sergio Bitar?

–No, a Sergio lo dejaría aparte. Nuestra crisis se instaló en la sociedad, en especial porque el partido está construido sobre una base de cercanía con la ciudadanía y de la fiscalización, características que parecieran estar afectando al propio PPD. No superaremos este período si no hacemos una revisión profunda de qué prácticas nos han llevado hasta aquí y qué es lo que hay que corregir, además de cuáles son las personas idóneas para encarar este desafío.

–Si el PPD no es fiscalizador, ¿qué debiera ser entonces?

–Los datos dicen que es claramente un partido de centro-izquierda y no uno donde caben todos. Es una colectividad que tiene una base socialdemócrata, que debe acentuar más una concepción moderna de la justicia social.



Girardi y caudillos

–¿La crisis del PPD se desató por el tema de la corrupción, por Publicam y Girardi, o por la expulsión de Schaulsohn, además de la salida de Flores y Valenzuela?

–Se desató por las elecciones internas del partido, que fue muy reñida y descalificatoria a través de la prensa. También los hechos derivados de la jornada de reflexión en Olmué, que significaron una fuerte pelea en la dirección. Todo eso fue antes de que aparecieran los casos que revisa la justicia. La historia del PPD se caracteriza por definir a su presidente a través del consenso. Elecciones competitivas han habido pocas y, por lo tanto, éste es un partido que se tensiona mucho con la competencia. El partido se ha estructurado en base a caudillos y a liderazgos personales que, en un marco de conflicto, sin una contención, se exacerban.

–¿Deberían terminarse los caudillos?

–En la política no se terminan nunca. A los liderazgos personales hay que mediatizarlos y contenerlos con mecanismos institucionales más sólidos. Eso es justamente lo que se debe hacer aquí para que los líderes no hagan con el PPD lo que quieran.

–¿Es verdad que Girardi ha empezado a perder fuerza en el PPD?

–Guido en los ’90 tuvo una visión distinta y se anticipó mucho a los hechos. Ahora tiene una complicación específica de la que espero se libere. Más allá de eso, lo que se requiere hoy es un grupo que esté dispuesto a enfrentar la crisis de una manera fuerte e innovadora, que vea en esto una oportunidad para revertir algunas malas prácticas que el PPD pueda haber desarrollado y también la posibilidad de avanzar a una dirección más colectiva.

–¿Qué debiera sacar en limpio el Consejo General de fines de marzo: una nueva mesa, una nueva con Bitar, o una renovada sin él?

–Bitar ha sido la persona indispensable para que esta crisis no sea más profunda. Sergio ha puesto su capital de político decente y prestigioso para enfrentar este momento. Puede haber diferencias de apreciación, pero hay que reconocerle eso. Por otra parte, la mesa que lo acompaña tiene problemas al enfrentar ciertos temas. Han cometido errores, como salir a decir previamente a la decisión de Tribunal Supremo que Schaulsohn estaba expulsado. De todas formas, cualquier solución a la crisis no puede resolverse metiendo a una tercera persona por la ventana. Eso ya no lo resiste el partido.

–¿Qué debiera definir el Consejo?

–Podría llegar a una solución que signifique llamar anticipadamente a elecciones en el segundo semestre. Esto debiera ser a través de una lista que lidere Bitar y que haya una recomposición de la mesa, dejando algunos de los integrantes tal vez, pero dándole más oxígeno para que pueda encarar el desafío municipal del 2008 y las parlamentarias del 2009. Hay que hacerlo con una elección, en ningún caso con un “arreglín”, con un sistema electoral distinto (un militante un voto), usando listas para que se compita por ideas y no por posiciones de poder, y con una directiva nacional más inclusiva.

–¿Y hay gente interesada en integrar una nueva directiva?

–(risas) ... ese es otro problema. Por eso hay que tomárselo con calma e instalar las elecciones en el segundo semestre. Así habrá tiempo para sentar las bases de un sistema que dé garantías a todos y nos aleje de las prácticas de los acarreos.

–¿Se lo ha planteado a Bitar? ¿Cómo ha reaccionado?

–Sí, él ha escuchado. Aunque hay otros que piensan que no, que esta mesa debiera seguir y terminar el período.

–¿No le parece que es tarde empezar a plantear el tema de las municipales en el segundo semestre, considerando que sus socios que no están en crisis ya comenzaron a moverse?

–En el Consejo de marzo hay que designar una comisión negociadora y empezar a hacer un catastro de rostros. Ese trabajo, si bien no es sistemático, ya se ha producido. Convulsión hay en todos los partidos y no sólo en la Concertación. Por eso mismo digo que los cambios no pueden esperar más allá del segundo semestre. Las municipales nos ponen esta presión. LND

Nueva fundación del PPD

La Nación
28.01.2007

El miércoles pasado, varios conspicuos personeros del PPD y una nutrida lista de ex secretarios de Estado se reunieron en el Restaurante Divertimento, ubicado a los pies del cerro San Cristóbal, para afinar los detalles de la nueva fundación que pretende estrenar la colectividad, entre abril y mayo de este año.

Entre los asistentes estuvieron Sergio Bitar, presidente de la colectividad; René Jofré, ex vicepresidente del PPD, y algunos que fueron en su momento titulares de carteras ministeriales, como Jorge Marshall (Economía), José Weinstein (Cultura), Francisco Vidal (Segegob e Interior), Álvaro García (Segpres) y Jorge Rossenblut (Subsecretaría General de la Presidencia).

La idea es que la entidad ligada al PPD se transforme en un nuevo think tank que respete los parámetros concertacionistas, pero aportando una visión “más de futuro” sobre diversos temas económicos y político-estratégicos.

El nuevo centro de ideas ya tiene nombre: Fundación por la Democracia, aunque éste sólo es provisorio. Los trámites legales para su conformación ya están bien avanzados, por lo que pronto deberían producirse los anuncios correspondientes.

Bitar acusa a piñeristas de intentar destruir a la Concertación

La Nación
27.01.2007

Los ataques de la oposición han sido tema obligado a tratar por la dirigencia del PPD, no sólo porque la comunicación con la derecha está prácticamente cortada, sino porque en la colectividad se ha registrado de dónde provienen los principales golpes en contra de sus figuras. El diagnóstico, revelado ayer por el timonel de la colectividad, Sergio Bitar, fue claro: el grupo más cercano a Sebastián Piñera ha decidido cambiar su estrategia y pasar de una postura colaboradora u otra frontal.

Según los análisis hechos por el PPD, en RN estarían convencidos que atacar frontalmente a la Concertación a través de la corrupción, sería un buen método para sumar el 4 ó 5% que le falta al ex presidenciable para ganar la contienda.

Ayer, el presidente del PPD abordó el tema con todas sus letras y dijo que este sector busca ganar terreno judicializando la política, lo que podría ser riesgoso, por cuanto la justicia –a su vez- podría politizarse.

“Notamos una diferencia de aproximación estratégica entre sectores mayoritarios de la UDI y RN. Vemos que en el caso de Hernán Larraín y gran parte de la UDI hay una mirada más de sistema político y más conciencia de que el choque frontal, y el ataque despiadado de acusaciones ante los tribunales, desprestigian a todo el sistema político”, afirmó Bitar.

A su vez, hizo un contraste con la Alianza por Chile, señalando que “en cambio, en RN, dirigentes cercanos a Sebastián Piñera, han hecho una lectura distinta, y tienen en mente destruir la Concertación y seguir con una lógica de llevar todo a los tribunales y encontrar todo malo. Incluso, en los actos que la Presidenta ha realizado en La Moneda, no ha ido nunca ningún representante de la oposición”, acusó.

Bitar dijo que éste es un “muy mal camino”, no sólo por la forma en que se han mostrado ante la opinión pública, sino por los “términos agresivos que han usado en contra de la Concertación”. En ese sentido, el timonel recalcó que dicha estrategia no sólo es mala para el oficialismo, sino para la propia oposición. Asimismo, afirmó que espera que la derecha recapacite.

“La estrategia de golpear todos los días es dañina para el país, y esperamos que recapaciten. Esas diferencias entre unos y otros queremos mostrarlas al país. Esperamos que la lógica de la mayoría de la UDI y una minoría de RN se imponga por sobre los que creen que la única forma de llegar al poder es destruyendo al adversario. Lo que ganan son las ideas y no los golpes", puntualizó.

Bitar dijo que su partido ha querido dialogar con la oposición, pero que durante todo este tiempo de acusaciones se han producido muchos obstáculos, pese a que está probado que la ciudadanía evalúa muy positivamente que ambas coaliciones se entiendan.

En ese sentido, valoró la postura asumida por Pablo Longueira (UDI), quien a fines del año pasado respaldó al secretario general de la OEA y ex ministro del Interior, José Miguel Insulza, cuando salió al ruedo el tema de los gastos reservados, señalando entonces que había que respetar el acuerdo asumido en 2003 por el gobierno y la oposición para modernizar el Estado.

viernes, 26 de enero de 2007

El PPD Ante Un Giro Fundamental

Jorge Inzunza
Diputado PPD
Presentación realizada en la Escuela Nacional de Educación Política el 20.01.2007


Quiero felicitar a los organizadores de este encuentro, que es un respiro de aire fresco en días difíciles. El esfuerzo que han hecho refleja un cariño por el PPD que aprecio y valoro mucho.

A propósito de los desafíos del progresismo, yo voy a sacar un fenicio: voy a hablar del PPD. Intentaré precisar en mi pensamiento sobre nuestra identidad, sobre nuestra alma, y sobre nuestro futuro, que será un modo de decir qué inflexión creo debe hacer el PPD y qué responsabilidades tenemos con Chile.

Cunado uno está en una encrucijada, tiene que volver a las preguntas fundamentales.

Voy al grano, tratando de condensar mi enfoque, con una retórica lo más al hueso posible.


Nuestras Raíces

El PPD es hijo de un giro histórico de la izquierda. Nace el año ’87, pero sus raíces son anteriores, están en la renovación de la izquierda. O de las izquierdas, porque fueron varias renovaciones, en varias olas de cambio. Su espíritu de apertura no es sólo una reacción cultural al dogmatismo ideológico, es también una ética. El PPD era un espacio, un refugio, contra el sectarismo, las purgas por pensar distinto, el control partidario como abuso de poder. Eso desató muchas energías, creo un ambiente muy libertario.

El PPD nació como una alternativa de izquierda abierta y creadora, capaz de recoger lo mejor de nuestras tradiciones políticas para recrearlas en un sentido de futuro, de manera inclusiva y expansiva, con vocación de mayoría.

Esa ética refleja algo esencial de nuestra alma y encarna un cambio histórico muy profundo de la humanidad.


El Suelo de Nuestra Identidad

El PPD no es una marca. Tampoco una franquicia que se transfiere a un candidato cualquiera. Discrepo profundamente de esa visión.

El PPD tiene una base social que se conecta con su espíritu. Tiene un amplio espacio en la sociedad chilena, que a ratos explica su propia ambigüedad.

Hay una base popular que se identifica con el PPD. En parte es una izquierda de raíces no socialistas, pero también de una veta más radical de la renovación socialista. Nuestro Erich Schnacke tenía algo de razón cuando decía que el PPD era otra división del PS. Pero más a fondo, son sectores populares que valoran la gobernabilidad y la estabilidad, que tienen un sentido común más abierto a lo moderno, que mezclan la radicalidad con un sentido de Estado y una mirada realista del poder y que tienen la intuición básica de que hay que producir cambios profundos con seguridad. Donde el PPD es más fuerte es en los sectores populares, gracias a esas raíces históricas de muchos de sus liderazgos sociales y políticos y a ese espíritu, a ese sentido común, a esas intuiciones.

Hay otro espacio sociológico PPD que se identifica con su espíritu liberal-progresista, de gente de clase media que se siente orgullosa de ser de clase media, que no tiene ese aire arribista que encarna la derecha, que valora su dignidad, su propia autonomía, que no depende ni quiere depender del Estado, que valora la calidad, la excelencia, el mérito, el esfuerzo personal, que por eso valora la ética social de la izquierda, la igualdad de oportunidades y la solidaridad y que es liberal en el sentido de valorar la libertad de pensamiento y de creación, que respeta la pluralidad de valores de la sociedad y que cree y valora la innovación y el espíritu emprendedor, como un acto de libertad y que es capaz de remover o desplazar a viejos poderes conservadores.

Uno de nuestros problemas políticos es que muchas personas que representan esas bases populares auténticas y esos líderes de referencia para la clase media, han dejado de tener un lugar activo en el PPD real, se han replegado, se han alejado de la construcción de partido. Yo creo que eso tiene que ver con cómo nos organizamos, con nuestras instituciones y, por lo tanto, puede y debe ser revertido.

El PPD tiene un espacio político propio, ha respondido a una necesidad.

Para este tiempo histórico, el espíritu de apertura del PPD es muy necesario en Chile, porque es una ruptura con las visiones conservadoras: con ese temor al cambio, con esa vieja mentalidad agrícola que sigue apegada a la mera explotación de los recursos naturales y recela de la innovación, con ese sesgo patronal que desconfía del diálogo laboral, con esa tendencia rentista que afecta a sectores empresariales, con ese ignorante desprecio a otras culturas con las que vamos a convivir en esta aldea global. Somos una punta de lanza para romper con todas esas fuerzas conservadoras que afectan el futuro de Chile.

Los liderazgos del PPD cruzan fronteras, somos capaces de ampliar las fronteras de la Concertación. Sus liderazgos, a todo nivel, logran producir una mayor transversalidad, que contiene la penetración de la derecha en sectores populares y sectores medios.

Asimismo, el PPD genera un equilibrio que facilita la gobernabilidad de la Concertación. Si existiera un solo bloque, un solo partido PS-PPD-PR, la DC se sentiría muy amenazada y afectaría la convivencia en la coalición. ¿Cuánto va a durar eso? No lo sé, quizás una generación. Lo importante es que la Concertación es el gran espacio progresista en Chile y sus partidos logran constituir una alianza de centro-izquierda de mayoría para gobernar el país.


Un Cambio Esencial de las Circunstancias

El PPD nace en un minuto de optimismo histórico. Pero algo esencial ha cambiado y, con esto, aventuro una mirada del tiempo futuro que nos va a tocar vivir. Hay un cambio global que nos envuelve.

A qué me refiero.

Yo sostengo que la globalización dejó de ser liberal. Los valores liberales no dirigen la globalización. El paradigma de la globalización liberal de los años ’90, esto es, un mundo que se movía hacia el libre mercado en lo económico, a democracias en lo político y a libertades en lo cultural, ya no es el que rige el mundo. Esa idea, que alimentó la tesis de Fukuyama del fin de la historia, ya no se sostiene, se derrumbó. Mantener esa mirada es un grave error de apreciación. Y eso es, además, lo que vuelve ingenuo e irresponsable el enfoque neo-liberal de la derecha. Con esas políticas ponen a Chile en riesgo.

El hito de ese giro es el ataque de Al Qaeda a Estados Unidos. Ahí se produjo un quiebre sustancial. Estados Unidos se volcó a una guerra y se comporta como los viejos imperios. En esta década cambió todo, quizás por mucho tiempo: hoy impera el realismo geopolítico y la ambición hegemónica de varias naciones, que en nuestra región tienen Brasil y Venezuela, lo que será fuente de tensiones de distinto tipo, y por eso yo discrepo con quienes en la izquierda miran a Chávez como un líder romántico; hoy el libre mercado cede terreno a las estrategias de dominio de mercados y a decisiones políticas que defienden posiciones de poder en los mercados mundiales, sino fíjense ustedes en la presión de Estados Unidos sobre Chile por los derechos de propiedad intelectual, cuya prioridad real es la defensa de su industria farmacéutica; y, por último, el espíritu de tolerancia y la diversidad, incluso algunas libertades alcanzadas, han cedido frente al refugio en las identidades religiosas y culturales propias, de un modo conservador. El combate al terrorismo está afectando libertades conquistadas; la elite de la Iglesia Católica es más conservadora que antes; el radicalismo islámico en más influyente que antes, como ejemplos de este fenómeno.

Lo que quiero decir, en consecuencia, es que el impulso original del PPD estuvo muy asociado a ese ambiente liberal de los ’90. Como eso ya no existe, nuestro espíritu y nuestra acción política deben ajustarse a ese cambio fundamental de las circunstancias.

Como en los ’90 sentíamos que la economía chilena iba a crecer sin freno, que íbamos a alcanzar el desarrollo el 2010, que eso permitiría superar desigualdades, nos volcamos con mucha energía y con éxito a -digamos- una agenda de segunda generación: libertades ciudadanas, agenda de genero, protección ambiental, las identidades culturales. Y, en medio de eso, dimos luchas por desplazar poder a la gente a través de la promoción de derechos ciudadanos.

Chile necesita, en este clima mundial, otro tipo de liderazgo. Esto no significa restarle valor a lo que hemos hecho. Al contrario, hemos ayudado a cambios decisivos para Chile. Pero tenemos que dar un giro.

El PPD tiene que ofrecerle una estrategia a Chile. No le puede ofrecer temas.

El PPD no puede seguir siendo una especie de operador financiero de temas, esto es, que al igual que en la bolsa, instala un tema, lo hace crecer, hace la ganancia y luego lo deja porque ya no es tan rentable … y a otra cosa, a otro “tema”. Exagerando un poco, y ridiculizándolo, esa lógica ha existido en el PPD. Se lo ha considerado exitoso, pero ya no tiene credibilidad. La gente exige mucho más de nosotros.

Ofrecer una estrategia es señalar un camino y hacerse cargo de los resultados, exige tener un compromiso incondicional con las transformaciones que Chile necesita. La gente nos quiere ver luchando por esos cambios y sentir la seguridad de que vamos a lograrlo. Ese no es ningún pragmatismo, sino sentido de la realidad y responsabilidad.

Yo visualizo, en grandes trazos, dos grandes desafíos políticos para nosotros.


Una Identidad Fuerte

Este tiempo reclama identidades fuertes. En tiempos de incertidumbre, se requiere de claridad. El PPD necesita una identidad fuerte. Necesitamos afirmaciones nítidas, no más categorías aguachentas, que se diluyen.

Somos de Izquierda. Somos parte de ese tronco histórico; no como ideología, nada de eso, sino como historia real. Estamos conectados a esa raíz, más allá de sus matices y vertientes. Estamos orgullosos de eso.

Una de las legitimidades de la izquierda ha sido su utopía, la idea de otra sociedad posible, pero esa no es la única y, diría, ni siquiera la más importante. Su mayor legitimidad está asociada a su historia de luchas sociales; por solidaridades auténticas, no paternalistas ni clientelistas; por reivindicar la dignidad de las personas; por construir realidades a escala de esa dignidad humana; por hacer historia cambiando prácticas, por transformar sus valores en un sentido común que opera en nuestra convivencia; por lo que ha hecho para transferir poder a las personas. Cuando ello se convierte en política, gana poder y legitimidad; cuando eso se vuelve mera retórica, se desvanece y pierde influencia.

Ser de izquierda es poner valores en acción, es transformar valores en prácticas sociales.

Tenemos que reivindicar nuestra lucha por la justicia social, por la igualdad. Nosotros estamos en deuda con Chile: ofrecimos una mayor igualdad que no hemos logrado. Tenemos que preservar la radicalidad de las luchas ciudadanas que hemos dado. Tenemos que luchar por darle más poder a las personas. Tenemos que ir a las organizaciones populares, participar activamente en ellas, apoyar nuevos liderazgos. Tenemos que liderar cambios sociales en Chile, para terminar con la pobreza, la exclusión, la desigualdad de oportunidades y los abusos de poder. Y tener política para todo eso.

También somos Liberales: luchamos por la democracia, por las libertades, tenemos un espíritu laico y valoramos la diversidad, como apertura esencial a la vida y a la libertad humana.

La democracia es una conquista popular. Su legitimidad en la historia sólo se consiguió gracias a los movimientos obreros de mediados del siglo XIX y sus luchas del siglo XX y, luego, gracias al poder que logró conquistar la clase media. Antes de eso la democracia era despreciada por las elites y duramente descalificada. “Que es esto de un gobierno elegido por el pueblo”, decían, “qué saben ellos” era la frase despectiva típica. Gracias a esas luchas de las que somos herederos la democracia hoy es nombrada con orgullo en todo el mundo.

Pero hay algo más, que quiero precisar. Lo propiamente liberal de nuestro tiempo es una idea que nosotros, en el PPD, vivimos casi intuitivamente: la sociedad necesita equilibrios de poderes para cuidar la democracia y las libertades y, al mismo tiempo, la sociedad requiere de instituciones que respeten la pluralidad de valores. Eso nos diferencia de la derecha, que es profundamente conservadora o que es liberal sólo en lo relativo a sus procedimientos, no en lo sustantivo.

Nuestro respeto por la pluralidad de valores es esencialmente liberal. Esa noción nos lleva a pensar que no hay verdades inmutables; que la vida no se mueve por una jerarquía rígida de valores, sino que muchas veces nos enfrentamos a la disyuntiva de optar entre valores equivalente o de un estatus similar; y que los seres humanos, como parte de nuestra propia libertad, de nuestro libre albedrío, somos creadores de valores, que forjamos nuestra ética, que tomamos opción por los valores con los que convivimos. Esto no es ningún relativismo, sino asumir la responsabilidad que nos toca. Por eso, tampoco, podemos caer en la tontera del anti-clericalismo, en la torpeza de evitar un diálogo auténtico con las iglesias, porque ellas –precisamente- tienen de valioso que su evangelización cultiva valores de sociedad.

A partir de esta identidad, tenemos que trazar un camino.


Una Estrategia para Chile

Chile necesita una estrategia de competitividad y de cohesión social. No podemos partir del supuesto de que el crecimiento del país, la creación de empleo, la productividad de nuestra economía y su competitividad en el mundo, están garantizadas. No podemos seguir pensando como si viviéramos siempre en tiempos de bonanza.

Nuestra estrategia de competitividad tiene que colocar un acento especial en crear empleos de calidad y de mayor valor agregado. Chile no va a competir en el mundo con empleos de bajo costo. Esa pretensión de la derecha, escondida detrás de la flexibilidad laboral, no tiene viabilidad para Chile. China e India, Brasil y otros países de América Latina, y tal vez después Africa, van a cancelar esa posibilidad por al menos dos décadas. Ellos van a ofrecer una fuerza laboral mucho más barata, y a veces con alta calidad. Esto es, Chile no tiene espacio en los nichos de empleos de bajo costo comparativo a nivel mundial. Y, luego, no sólo eso, seguir con altos porcentajes de la población con bajos sueldos, van a generar crisis sociales agudas en Chile.

Nuestra prioridad número uno, a mi juicio, es tener una política de creación de empleo y de empleos de calidad. Esa es, hoy día, la mayor fuente de inseguridad de los chilenos. Ello no sólo afecta a los sectores populares, sino a toda la clase media, que vive con más angustia esa inseguridad laboral.

La competitividad tampoco puede ser sinónimo de sacrificios ambientales, como quiere la derecha. Chile va a ser más competitivo si tenemos estándares altos de cuidado del medio ambiente, porque eso no sólo nos salva del dumping ambiental, sino que nos va a permitir ingresar a los nichos de mercados que valoran los productos que tienen esos mayores estándares: le ocurre a la industria del salmón y a todas las áreas envueltas en el desafío de hacer de Chile una potencia alimentaria mundial.

Chile necesita una política de innovación si queremos elevar el nivel de vida. Se está agotando el modelo de desarrollo basado en la explotación de recursos naturales y vamos a tener un 30% ó un 40% de la población con un sueldo bajo los 250 mil pesos si no provocamos un salto productivo en el país. Como nunca antes, gracias a los enormes excedentes del cobre, podemos contar con una base financiera que permita estimular ese desarrollo competitivo de Chile. Eso exige un rol del Estado mucho más activo y audaz, lo que incluye también conquistar derechos, dar luchas sociales y generar condiciones de protección social.

Chile debe sostener espacios competitivos de poder. La globalización exige que las empresas chilenas tengan estrategias de poder asociadas a sus estrategias de negocios. Chile no puede actuar con ingenuidad, o nuestras empresas y productos van a ser desplazados de los mercados. Fortalecer grandes empresas chilenas, capaces de competir globalmente, es una tarea del país, pero que también requiere de contraprestaciones. Y explico esto con un ejemplo: a mi me alegra que una empresa como Líder haya resistido el ingreso a Chile de una trasnaconal, como Carrefour, pero no me gusta que Líder abuse de sus proveedores, que son grandes, medianas o pequeñas empresas, y que tenga peores condiciones laborales para sus trabajadores, que las que tenía Carrefour. Un hecho cierto en la última década en Chile es que empresas internacionales han mejorado los estándares laborales, ambientales y de servicio respecto de empresas chilenas. Dicho directamente, como Chile es una economía pequeña, la apuesta por fortalecer grandes empresas capaces de competir exige paralelamente de una regulación, para evitar sus abusos de poder.

Chile tiene todavía grandes desequilibrios de poder y enormes desigualdades. La inestabilidad del empleo y los fenómenos de marginalidad que subsisten. Los chilenos reclaman mayor seguridad social, más protección social. Pero aquí quiero expresar algo sensible para nosotros: yo no quiero que nuestra agenda social sea financiada sólo por los excedentes del cobre, porque sería cometer el mismo crimen que se hizo con el salitre a principios del siglo XX. Chile necesita una reforma tributaria para financiar su agenda social y focalizar las utilidades del cobre en la educación y el desarrollo productivo del país.


El PPD debe salir a la disputa con la derecha. A su conservadurismo, a su falta de sentido de país. Pero también, ahora, tenemos que salir a combatir el populismo de la derecha, que busca crear adhesión utilizando la frustración y el resentimiento de la gente. Esa estrategia es típicamente fascista y yo visualizo que se va a profundizar en los próximos años.

El modo de enfrentar ese populismo de derecha, a mi juicio, es colocando un espíritu que se acerque a lo que llamo una épica del realismo, es decir, la épica que mira de frente las dificultades, las reconoce, las hace explícitas, las explica y –dentro de ellas- fija un camino de esperanza, de orientación y de acciones.

La historia de los partidos de la Concertación se acerca más a este espíritu.

Esa impronta está vinculada a las tradiciones políticas y culturales de los partidos de la Concertación. Es parte de nuestra cultura política transversal, que nace de una preocupación central por la cuestión social: el paradigma neo-liberal parte del supuesto de que existe un mecanismo natural del sistema que resuelve los equilibrios sociales y políticos. Este supuesto no es aceptado por la tradición de izquierda, ni por la socialcristiana. Por el contrario, partimos de la idea de que hay prepararse para los efectos nocivos que surgen en el mundo y hacerles frente con voluntad política.

Más allá de nuestras grandes utopías, las cotidianidad política de nuestros partidos se forjó en las luchas sociales y sindicales de los siglos anteriores: del espíritu republicano radical, de las organizaciones sindicales que gestó la izquierda, de las redes comunitarias que impulsó la DC, entre muchas otras expresiones, que han forjado en décadas y décadas una densa red social de nuestros liderazgos de base. El espíritu que ahí vive es esa lucha, esa voluntad, esa pelea por vivir con dignidad.

Mi apreciación es que los chilenos, en general, sabemos o intuimos que no tenemos el futuro asegurado, que tenemos incertidumbres, que tenemos riesgos a perder el empleo, que cuesta una buena educación para los hijos, que estamos expuestos a una enfermedad grave o a una vejez con dificultades económicas. Lo que más respeta la gente, creo yo, es la honestidad, la cercanía de la transparencia, la capacidad de advertir, de dar orientación sobre el futuro y de mostrar un compromiso duro y consistente en esa lucha por la dignidad.

Declaración de Principios

Declaración de Principios
Con fecha 21-24 de enero de 1993, los Consejeros Generales del Partido Por la Democracia debatieron y aprobaron la Declaración de Principios que aquí presentamos:

A. EL PARTIDO POR LA DEMOCRACIA

1. El Partido por la Democracia es una organización política de personas, mujeres y hombres, que actúan en la vida política comprometidos con la democracia y los derechos del hombre, y que trabajan por el respeto y extensión de las libertades, el ejercicio de la solidaridad para terminar con las discriminaciones y alcanzar una sociedad de oportunidades iguales para todos, el impulso permanente del desarrollo nacional, de la justicia, la conciencia ecológica y el espíritu emprendedor, y el desempeño de una acción política basada en la ética y la responsabilidad.

El compromiso de los militantes del Partido Por la Democracia consiste en orientar su
participación en la vida política nacional e internacional por los valores y principios contenidos en esta Declaración, como asimismo por el diagnóstico de los problemas y oportunidades de Chile en el contexto mundial y la sensibilidad para abordarlos que esta misma Declaración de Principios describe.

2. El PPD es un partido progresista, donde convergen la tradición socialista democrática y la tradición política liberal progresista, por lo que siente como propias sus luchas históricas por la democracia y la justicia social en Chile y en el mundo.

El PPD se reclama heredero de las corrientes socialistas democráticas y, por consiguiente de la lucha por la extensión de los derechos económicos y sociales, por la justicia social, por la reforma de las estructuras que son causa de miseria y atraso, por la extensión de la democracia a las relaciones sociales y económicas, por estimular y reforzar la organización de la sociedad civil, por crear instituciones que protejan a los trabajadores y garanticen relaciones laborales dignas y equitativas, y por el estímulo a la participación popular en todas sus formas.

El Partido Por la Democracia hace suyas las banderas del liberalismo político, en cuanto al respeto inclaudicable a los derechos civiles, a las libertades individuales y al Estado de Derecho, a la defensa celosa de la democracia representativa, a la confianza en el diálogo y en la capacidad de persuasión racional de las ideas, al rechazo a la censura y a toda forma de integrismo, al fomento de una cultura de la tolerancia que respete irrestrictamente la diversidad y la diferencia y luche contra la discriminación en todos los planos de la vida social.

El PPD es un partido progresista vitalmente comprometido con la democracia en sus vertientes política, social y cultural. Su vocación humanista, que pone al ser humano en el centro del desarrollo, le hace recoger también lo mejor del aporte de otras tradiciones, como las del progresismo cristiano, del racionalismo laico y de la corriente contemporánea identificada con los movimientos sociales autónomos.

3. Los militantes y dirigentes del PPD orientan su acción política de acuerdo al principio de la responsabilidad, lo que les obliga a practicar la transparencia, la integridad y la cooperación.

Practicar la transparencia implica rechazar la opacidad, el ocultamiento o la propaganda como recursos de la autoridad pública para escapar del control ciudadano. Por el contrario, significa impulsar la evaluación, la autocrítica y el rendimiento de cuentas frente a la ciudadanía como una actitud permanente de la autoridad política, lo cual exige la más amplia libertad de información.

La integridad en la acción política equivale al esfuerzo constante por alcanzar la congruencia entre la acción concreta y los valores que la sustentan, entre la práctica política y los principios éticos. Ante las complejidades de la práctica política, es preciso buscar soluciones técnicamente eficaces y políticamente viables, pero nunca incurriendo en incongruencias que contradigan el principio de la integridad.

Creativa e innovadora, la acción política de militantes y dirigentes del PPD será siempre responsable y acorde a los requerimientos de la realidad, optando por el camino del esfuerzo paciente y sostenido, alejándose tanto del fundamentalismo a ultranza como del populismo fácil.

Los hombres y mujeres del PPD buscarán siempre enriquecer el debate y las decisiones
públicas mediante la cooperación de la ciudadanía a través de la participación y el diálogo. El PPD busca permanentemente la construcción de acuerdos y la solución negociada de los conflictos a través de procedimientos conocidos y aceptados, lo que le lleva a trabajar por la construcción de amplias coaliciones políticas que hagan viable el cambio en democracia. Las propuestas de cambio del PPD, a cualquier nivel que se planteen, surgirán siempre de la cooperación y del diálogo democrático.

4. Los militantes del PPD, cuando asumen responsabilidades o funciones públicas, lo hacen para servir a las personas y transferir sistemáticamente más poder y más recursos a los ciudadanos(as), en especial a los más desposeídos.
El Partido Por la Democracia aspira a ejercer influencia en el sistema de toma de decisiones políticas. Esto puede llevar a que algunos de sus militantes se sitúen en posiciones de poder o desempeñen cargos en el Estado. Lo hacen no para administrar el actual estado de cosas, sino para trabajar con transparencia, integridad y responsabilidad por el cambio social en democracia.

El servidor público del PPD debe actuar con el máximo de austeridad y eficiencia porque administra recursos que son de todos los chilenos. Debe orientarse en función de alcanzar el bien común, y no de crear clientelas políticas. No sólo debe estar abierto a la crítica; debe estimularla cotidianamente a través de todas sus actitudes y conductas.

5. La organización del PPD busca ser fiel a los principios y valores que lo animan, y se basa por ello en la participación, la democracia, la apertura, la descentralización y la flexibilidad.

El criterio para medir la eficacia de la organización del PPD está en el grado en que ella encarna sus principios.

Para ser congruente con sus valores y principios, la organización del PPD incentiva
modalidades y actitudes democráticas, abiertas, tolerantes, cooperativas, emprendedoras y responsables.

La organización del PPD está orientada hacia la sociedad y se estructura a través de redes donde cada unidad dispone de altos niveles de autonomía, volcada permanentemente al aprendizaje y con el máximo de responsabilidades radicadas en las instancias regional, provincial y comunal.

B. POR LA DEMOCRACIA Y LOS DERECHOS HUMANOS

6. La democracia y los derechos humanos son los fundamentos que inspiran toda la acción del PPD. Proteger los derechos humanos y extender la práctica de la democracia hacia el conjunto de la sociedad son sus desafíos primordiales.

Para el PPD, la democracia es la más alta conquista en la historia política de la humanidad.

La democracia es el sistema político que mejor asegura la representatividad, la sujeción de las autoridades a la ley, el control de su desempeño y la revocabilidad periódica de su mandato mediante elecciones. La democracia provee, asimismo, el mejor marco institucional para el respeto de los derechos civiles y políticos, para el ejercicio de las libertades individuales y para la convivencia social.

Para el PPD, la vigencia y extensión de los derechos humanos es consustancial a la
democracia, y por ello hace suya la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Los derechos humanos están en la base del sistema y de los valores democráticos, inspiran el respeto a la vida y la dignidad de las personas, son universales, indivisibles, superiores y anteriores al Estado, y se extienden al ámbito social, cultural y económico.

Son también consustanciales a la democracia el fomento de la paz, la equidad en la
distribución de las oportunidades sociales, el esfuerzo permanente por la erradicación de la violencia y de toda forma de discriminación y exclusión como las que se producen por motivos de raza, sexo, credo o religión, así como el robustecimiento de las organizaciones y movimientos sociales autónomos.

Las decisiones que tocan al bien colectivo deben ser llevadas gradualmente hacia los(as) propios(as) ciudadanos(as), en su región, localidad y vecindario. La sociedad tiene que organizarse gradualmente desde la base hacia arriba, manejando ella misma, en los niveles que corresponda, muchos asuntos que hasta aquí han sido resueltos a distancia por una burocracia anónima que no da cuenta de sus actos ante la ciudadanía.

Ello requiere el fortalecimiento de la organización social. Pero exige también desconcentrar el Estado, descentralizar la administración, dotar de creciente autonomía a los organismos regionales y municipales, y abrir múltiples cauces para la participación ciudadana en la esfera de la vida comunitaria de todos los días. Al mismo tiempo, es necesario ampliar las instancias representativas a los niveles regional y municipal sobre la base de un régimen electoral plenamente democrático, de manera que la sociedad pueda descansar, en todos los niveles, en personas elegidas y responsables públicamente ante la ciudadanía.

7. El PPD busca siempre y en todos los ámbitos la expresión de las demandas ciudadanas y el cambio social progresista a través de la democracia y la cooperación.

El PPD no condiciona su adhesión a la democracia a sus resultados económicos y sociales; no obstante, postula la necesidad irrenunciable de que ella sea eficaz y eficiente en la generación de soluciones y oportunidades para las personas.

El PPD busca el cambio en democracia. Esto implica un esfuerzo permanente por superar las injusticias, opresiones y discriminaciones, eliminar las fuentes de pobreza, alca nzar un progreso libre y equitativo, dar atenci6n preferente a los problemas y aspiraciones de los grupos sociales desfavorecidos, y por construir una sociedad crecientemente más cooperativa en las relaciones entre los individuos.

Las expresión de los conflictos sociales es indispensable para el avance de cualquier
sociedad.

En democracia, sin embargo, el cambio social está basado en la organización, participación y cooperación sociales.

El ejercicio de la cooperación elimina los obstáculos para el aporte creativo de todos al desarrollo productivo, cultural y político de la nación. A la vez, el ejercicio de la cooperación da un sentido compartido a la vida democrática y crea la base afectiva para el sustento de la libertad.

8. El PPD reconoce en la aceptación de la diversidad y en el pluralismo dos valores
esenciales de la vida democrática.

El PPD se compromete con el pleno respeto a la diversidad y sus múltiples expresiones, y con el rechazo a todo tipo de integrismo y a toda pretensión de erigir una determinada escuela de pensamiento, o una determinada religión, o una determinada moral, como patrón o modelo uniformador de la sociedad.

Nadie puede imponer como naturales sus propios puntos de vista, morales o religiosos, por respetables que ellos sean. La sociedad debe permitir la más amplia y tolerante libertad de credos, filosofías y actitudes ante la vida, reconociendo como único límite el derecho de los otros.

La expresión y respeto de la diferencia es un componente esencial de la democracia y un factor de enriquecimiento cultural y, por tanto, de progreso espiritual, social y económico.

9. El PPD rechaza la discriminación de la que es objeto la mujer en la sociedad actual, y se compromete a promover la igualdad de derechos de hombres y mujeres.

El PPD quiere terminar con la discriminación de sexos, de tal modo que mujeres y hombres sean libres de elegir cómo desean desarrollarse personalmente y en relación a los demás.

Esto permitiría que las mujeres no vean limitadas sus opciones en el campo laboral y en la vida pública, y los hombres puedan al mismo tiempo realizarse más plenamente en el campo doméstico y en la relación con sus hijos.

Con la discriminación de la mujer, es la sociedad en su conjunto la que está desaprovechando una energía, talento e imaginación que necesita vitalmente para su genuino desarrollo. La incorporación plena de la mujer representaría un cambio de inmensas proporciones que enriquecería la vida social en todos sus ámbitos.

10. El PPD rechaza también otras discriminaciones de que son objeto las personas en función de su edad, limitaciones físicas y/o mentales, su vida sexual, sus opciones religiosas, políticas o culturales, y se compromete a trabajar por su desaparición, pues son actitudes incompatibles con una cultura democrática.

Las diferencias jurídicas y culturales dominantes que existen entre las diversas confesiones religiosas atentan contra la igualdad y la libertad de culto, que constituyen un objetivo del PPD.

El PPD busca y promueve los cambios necesarios para que efectivamente el desarrollo de los distintos cultos sea igualitario, tengan los mismos derechos y garantías, y para que el Estado, sus órganos y las personas que ejercen cargos públicos, actúen sin discriminación.

11. El PPD reconoce en los pueblos indígenas de Chile las raíces fundamentales de nuestra cultura e historia, y se compromete a restituirle sus derechos y a abrir los canales para su plena participación en la vida nacional.

En el proceso de construcción del Estado moderno estos pueblos han sido sistemáticamente discriminados, desconociéndose sus derechos, su aporte cultural y su contribución al desarrollo de la sociedad chilena.

La sociedad chilena es pluriétnica, por lo que su relación con los pueblos indígenas debe estar basada en el reconocimiento de sus derechos y en el respeto de su especificidad y diversidad.

Sólo a partir del reconocimiento y valoración de su identidad étnica pueden formularse políticas que, preservando su cultura, promuevan su participación y desarrollo.

12. El PPD promueve un tipo de desarrollo sustentable basado en la relación armónica del hombre con el medio ambiente.

El Partido Por la Democracia reconoce la naturaleza integral e interdependiente de la Tierra; el derecho de los seres humanos a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza; la necesidad de alcanzar un desarrollo sostenible que contemple la protección del medio ambiente; la responsabilidad que implica velar ahora por las necesidades de las generaciones futuras; y las obligaciones ineludibles que deben asumir los Estados -más allá incluso de sus propias fronteras- respecto de estos principios y derechos. Por este motivo valora y hace suyos los principios de la Declaración Final de la Cumbre de la Tierra sobre Medio Ambiente y Desarrollo, suscrita en Río de Janeiro en 1992, y se compromete a promoverlos y a trabajar por
su materialización.

13. La acción política del PPD promueve en las personas y la sociedad una actitud abierta y la voluntad de innovar y emprender.

EI PPD está comprometido con la modernización, pero entiende que ella incluye mucho más que alcanzar determinados niveles de progreso económico y técnico, o cierto grado de acceso a bienes y servicios que ese progreso pone a disposición de consumidores pasivos.

Una auténtica modernización, además de conjugar dichos aspectos con la democracia, la
solidaridad y la tolerancia, supone una sociedad más abierta, con mayor capacidad para crear más y mejores oportunidades para todos sus miembros, con personas más innovadoras y emprendedoras, con empresas que sean verdaderos espacios de participación y cooperación.

La modernización auténtica supone también la eficiencia y la competitividad, desafíos
ineludibles para un país que quiere progresar en el contexto de las rápidas transformaciones en curso en el mundo entero.

C. POR UNA DEMOCRACIA DE CIUDADANOS

14. La democracia se basa en el robustecimiento y extensión de la acción ciudadana.
El ciudadano es el verdadero protagonista de la democracia. Los(as) ciudadanos(as) son quienes construyen y viven la democracia, quienes están llamados a preservarla y
perfeccionarla, y también quienes pueden, por error o desidia, permitir que se debilite o destruya. El PPD se compromete a defender el sistema político democrático en cualquier circunstancia y ante cualquier amenaza.

En democracia, los(as) ciudadanos(as) eligen y pueden ser elegidos para desempeñar
cargos públicos; son representados a través de sus mandatarios electos en las decisiones sobre asuntos de interés nacional; aportan los gastos públicos en su calidad de contribuyentes; y tienen el deber de defender la soberanía de su país.
Los(as) ciudadanos(as) deben también ejercer un rol constructivo y vigilante, a través de los partidos políticos o por otros canales, sea en apoyo o en oposición al gobierno de turno, para asegurar que las autoridades cumplan con sus deberes y den cabal y pública cuenta de sus actos.

La participación ciudadana en las organizaciones sociales es tan importante como en la política.

Sindicatos, juntas de vecinos, colegios profesionales, centros de padres y apoderados, asociaciones gremiales, federaciones de estudiantes, clubes deportivos, etc., son todas instancias privilegiadas para hacer frente a problemas comunes, hacer presente demandas y soluciones al Estado y a las instancias privadas cuando corresponda, y para crear y difundir una conciencia comunitaria.

15. En democracia el ciudadano es el titular responsable de los derechos humanos, y tiene un rol activo en tanto habitante, trabajador y consumidor.

Ciudadano responsable porque es consciente de sus propios derechos y los ejerce, porque defiende esos derechos cuando las autoridades los limitan o conculcan, y exige del Estado justicia y reparación para las víctimas de las violaciones a los derechos humanos. Porque aun cuando estos derechos estén garantizados, continúa trabajando por mejorar su observancia si por fallas del Estado o de la sociedad no son suficientemente respetados o reconocidos en materias tales como la discriminación de determinados grupos sociales, la censura, el respeto de algunos derechos civiles, o la situación de los procesados y condenados en las cárceles.

Responsable también porque se hace cargo, en su familia y en los diversos ámbitos en que actúa, de educar a los otros respecto de la protección de estos derechos. Responsable, finalmente, porque se interesa también por la vigencia de los derechos fundamentales fuera de Chile y contribuye, en la medida de sus posibilidades, al movimiento internacional por la promoción de la libertad y dignidad de todo ser humano.

El ciudadano ha de actuar también en su condición de habitante, tanto de su particular entorno o vecindario, como del planeta en que vivimos. La protección del medio ambiente no reconoce ni banderías políticas ni fronteras; es un deber y una responsabilidad con nosotros mismos y con las futuras generaciones.

El ciudadano(a) debe actuar además en su calidad de trabajador(a) y de consumidor(a). De trabajador(a), en cuanto a promover y defender un trabajo digno, creador y cooperativo, cuyos frutos sean distribuidos teniendo en cuenta el aporte de todos. En cuanto consumidor(a), el ciudadano moderno debe proteger sus legítimos intereses particulares formado o apoyando organizaciones de consumidores que informen y eduquen al público, que exijan del Estado y de quienes ofrecen bienes y servicios en el mercado que se cumplan estándares de calidad, seguridad y protección del medio ambiente, y que promuevan mecanismos que garanticen transparencias y responsabilidad.
16. La democracia debe ser eficiente en la protección de la seguridad de las personas y de sus bienes, así como en el acceso oportuno a la justicia para defender los derechos que otorga la ley.

El ejercicio de los derechos democráticos depende de una convivencia pacífica y de un clima de tolerancia que permita a cada ciudadano la más libre expresión de su creatividad personal.

Por eso propiciamos la paz interna, nos oponemos a toda forma de violencia y promovemos la más amplia cooperación comunitaria en la erradicación de la delincuencia. El ciudadano(a) debe estar dispuesto a colaborar con la autoridad en la mantención de la paz social y a denunciar sus abusos si éstos tuvieran lugar.
La herramienta más trascendente para enfrentar la inseguridad ciudadana es el recurso a la ley y a la justicia. El acceso a una justicia oportuna, eficiente y equitativa, es por ello un anhelo de todos los que valoramos el sistema democrático.

17. La democracia debe fomentar la práctica democrática en la vida de las organizaciones sociales, cultivar la vocación libertaria en la ciudadanía y fomentar la aceptación de la diferencia y de la diversidad.

Ser ciudadano implica practicar los principios democráticos en las diversas organizaciones sociales: sindicales, empresariales, vecinales, juveniles, femeninas, culturales o deportivas. Es cierto que tales organizaciones representan principalmente los intereses de los agrupados, pero su recto funcionamiento interesa a todos, puesto que la preservación de la democracia depende en último término de una íntima adhesión de cada ciudadano(a) a sus principios, lo cual se cultiva en todas las esferas de la actividad asociativo y comunitaria, incluida la familia.

Para una vocación libertaria, la libertad de opciones personales, de pensamiento, de acción y expresión, no reconoce otra limitación que los derechos y libertades de los demás, y las medidas estrictamente necesarias para salvaguardar los intereses vitales que hacen a la sobrevivencia del conjunto. Supone además una sana sospecha, y una presunción sistemática en favor de la libertad, ante todo atisbo de autoritarismo o censura, y frente a medidas restrictivas de cualquier índole.

La disposición de tolerancia es parte esencial del verdadero espíritu democrático. Cada una de las calidades que son parte de la identidad de personas o grupos, así como sus libres opciones y convicciones, merecen el máximo respeto, con la sola condición de que sean a su vez tolerantes con las identidades y opciones de los demás.

No basta que la Constitución y las leyes proclamen la fundamental igualdad de todas las personas y la libertad de pensamiento y de culto, es preciso que los(as) ciudadanos(as) demuestren cotidianamente su respeto por la diversidad, en sus distintos ámbitos de actividad.

18. La democracia debe ejercer una acción positiva orientada a promover la participación de la mujer en todos los planos de la vida en sociedad.

La democracia será incompleta mientras una parte de la sociedad, las mujeres, se vea
limitada en sus derechos y oportunidades. Esto obliga a una gestión activa del Estado y de todas las instancias de poder en la sociedad, para incrementar la participación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida nacional.

Ello requiere consagrar constitucionalmente el principio de la igualdad entre hombres y mujeres; promover la comprensión de la maternidad y de la paternidad como una función social y de la crianza, cuidado y educación de los hijos como responsabilidad común de mujeres y hombres; garantizar a mujeres y hombres el derecho a decidir libre y responsablemente el número de hijos, el intervalo de los nacimientos y el acceso a la información y a los medios que permitan el ejercicio de este derecho. Exige, por último, asegurar la igualdad de oportunidades y condiciones de trabajo, pues las mujeres en este plano son hoy fuertemente discriminadas.

19. El fortalecimiento de la democracia supone el fomento de una cultura de la solidaridad y de la responsabilidad, así como de una actitud abierta al cambio, innovadora y emprendedora.

El sentido de solidaridad es un rasgo humanista básico, que permite que una comunidad
merezca el nombre de tal y no sea meramente un espacio de coexistencia, marcado sólo por intereses, alianzas y conflictos, desprovisto de todo propósito superior.
La solidaridad descansa en la convicción ética de que el índice más seguro de humanidad y civilización de una sociedad es el modo como ésta trata a los que tradicionalmente han estado marginados o discriminados, a los grupos sumidos en la pobreza, a los pueblos indígenas históricamente postergadas y a las otras etnias, o a las personas afectadas por diversas incapacidades.

La actitud solidaria del ciudadano procura extender a todos las oportunidades de ser personas en plenitud. La principal expresión de solidaridad es crear oportunidades para que los grupos o individuos discriminados puedan afirmar su propia identidad y ejercer verdaderamente su libertad.

La apertura a la innovación y el cambio no se opone a la tradición, pero sí al espíritu conservador que postula la mera perpetuación de instituciones y normas del pasado. El paso del tiempo ha confirmado el valor de determinadas instituciones, pero los avances de la sociedad y del espíritu se deben sobre todo a la tradición de hombres y mujeres emprendedores: ciudadanos(as) dotados(as) de intensa curiosidad humanista y científica o de una postura original frente al devenir de las artes; trabajadores y empresarios que abren nuevas sendas al progreso; personas abiertas a las nuevas ideas que brotan en su propio medio o que provienen de otras latitudes.
El avance de la democracia requiere de mujeres y hombres que valoren y protejan los mejores logros alcanzados por la sociedad, y que den curso a su creatividad y capacidad emprendedora en la construcción del futuro común.

D. POR UNA SOCIEDAD DE OPORTUNIDADES IGUALES PARA TODOS

20. La creación de una sociedad de oportunidades y la eliminación de la pobreza es para el PPD un imperativo ético y el principal objetivo del desarrollo económico.

No puede hablarse de auténtico progreso cuando éste coincide con la marginación y pobreza de amplios sectores de la comunidad nacional. No tendremos un crecimiento económico sostenido y sostenible si no se aprovecha todo el talento y creatividad de todos los chilenos.

No tendremos democracia estable mientras cada chileno no cuente con atención médica
calificada, expedita y a su alcance, con la posibilidad de educarse debidamente y de
insertarse productivamente en la economía, mientras cada familia chilena no disponga de un ingreso que le permita una vida digna.

21. Elevar los niveles de equidad social hasta que cada chileno pueda disponer de
oportunidades de calidad semejante, supone cambiar profundamente la sociedad actual a
través de un proceso de cambio en democracia.

Ensanchar las oportunidades para que los hombres y mujeres de Chile puedan tener una vida digna, satisfacer sus necesidades básicas y aspirar a la felicidad personal, es un objetivo que todos comparten. Pero no se avanza en esa dirección con doctrinas que suponen que dichas oportunidades son inevitablemente escasas y por eso se traba en torno a ellas una guerra constante de todos contra todos, o que suponen que el único problema está en la desigual distribución de esas oportunidades, lo que lleva a una guerra de clase contra clase y a la inevitable dominación de una sobre las demás.

El núcleo más vital de la experiencia moderna consiste en el descubrimiento que las
sociedades pueden multiplicar las oportunidades sobre la base de la cooperación entre sus miembros y la democrática regulación de los conflictos.

22. La libertad económica, ejercida en el marco de regulaciones públicas que tutelen los derechos ciudadanos, la sustentabilidad del crecimiento y el progreso hacia la equidad, es imprescindible para la debida asignación de recursos, el desarrollo rápido y sostenido y la ampliación de las oportunidades.

La economía debe conciliar la actividad privada basada en el libre funcionamiento de los mercados, con una actividad pública que atienda eficientemente las necesidades de
educación, salud, vivienda, cultura, fomento tecnológico y protección del medio ambiente.

Uno de los pilares del orden económico deben ser los acuerdos- marco de largo plazo entre trabajadores, empresarios y Estado, en los que tome cuerpo un proyecto de país que concerte voluntades entorno al crecimiento económico y la equidad social, la complementación de iniciativas públicas y privadas, la inserción internacional, la protección del medio ambiente, la innovación tecnológica y la formación de recursos humanos.

La institucionalidad pública debe estimular la mayor competencia posible en la operación de los mercados, proteger la libertad de acceso a ellos, tutelar los derechos de los consumidores y de los pequeños accionistas, regular los monopolios naturales, y ampliar las oportunidades empresariales, especialmente para la mediana y pequeña empresa y los pequeños productores.

23. El Estado debe estar al servicio de las personas y de la protección del interés público, por lo que está llamado a desempeñar un papel fundamental en la tarea de ampliar las oportunidades de los grupos más desfavorecidos y del país en su conjunto.

El desarrollo de una economía competitiva capaz de elevar gradualmente los niveles de
equidad, supone políticas públicas que contribuyan a crear nuevas capacidades. Al Estado le corresponde encarnar, proteger y proyectar los intereses de largo plazo de la nación. Aparte de sus funciones de defensa y seguridad pública, el Estado debe promover el desarrollo de las capacidades sociales sobre las que se sustenta el crecimiento y promover la generación de oportunidades de la población procurando avanzar en la equidad.

Son también tareas ineludibles del Estado reducir los límites de la pobreza, ejercer una acción positiva a favor de las mujeres, facilitar la incorporación de los jóvenes al empleo productivo, garantizar el acceso a los servicios de salud, mejorar la calidad de la enseñanza, compensar diferencias de origen y, en general, cumplir funciones evaluativas y de control para estimular el mejor desempeño de las funciones sociales.

24. Un Estado moderno y solidario es aquel que facilita el protagonismo de los(as)
ciudadanos(as) y que actúa con altos grados de desconcentración, descentralización y
eficacia.

Esto implica un Estado que no busca reemplazar la acción del mercado, de la ciudadanía o de las organizaciones de base, sino facilitar su labor y regularla. Un Estado más preocupado de los resultados que del cumplimiento de las rutinas y que pone mayor énfasis en las funciones evaluativas que en el control burocrático.

El Estado moderno asume que sus funciones se cumplen mejor mediante la generación de
adecuados incentivos que a través de intervenciones directas en la sociedad o los mercados.

Descentraliza su gestión, y a la vez delega o subcontrata funciones en el sector privado, asigna sus recursos contra metas, proyectos y resultados, y fiscaliza rigurosamente la gestión de las empresas públicas para que cumplan eficientemente su rol.

Un Estado moderno y solidario, asimismo, es aquel que se relaciona con los(as)
ciudadanos(as) no como si se tratara de sus súbditos sino como los verdaderos titulares de la soberanía, a cuyo servicio se encuentra la institucionalidad estatal.
En fin, es un Estado que mide rigurosamente la eficacia de su propia gestión y los retornos esperados de los proyectos que realiza o contribuye a costear, que entrena y perfecciona a su personal e impulsa una sólida y exigente ética del servicio público, con autoridades y funcionarios que están dispuestos a ser evaluados por sus actuaciones.

25. La familia constituye un grupo humano fundamental para la sociedad, donde sus miembros conforman un espacio afectivo de formación y aprendizaje cuando se dan en ella relaciones responsables, equitativas y solidarias.

Los profundos cambios que experimenta la sociedad chilena están produciendo en la familia grandes transformaciones en cuanto a su tamaño, su constitución y los roles internos, así como en las relaciones entre sus componentes y de éstos con la sociedad. Todo indica que la evolución socio-económica y cultural en curso acentuará el pluralismo en las modalidades de conformación y relación de las familias.

Desde el punto de vista de la sociedad y el Estado, lo importante es ofrecer a todas las modalidades familiares las mejores condiciones culturales, legales, económicas y sociales para su fortalecimiento y bienestar.

Una atención preferente debe dirigirse a las familias que viven en condiciones de pobreza o indigencia. Su situación hace muy precaria la vida familiar, y los roles efectivos y formativos de la familia se ven afectados negativamente. A esto se suma la ausencia de medios que les permitan controlar su fecundidad, lo que conduce a que los nacimientos sobrepasen ampliamente los deseos de las parejas, no permitiendo una recepción y atención adecuada a los niños. Debe ser prioritario, entonces, crear un espacio familiar digno para todos los chilenos, y romper así el círculo vicioso que lleva a la transmisión de la pobreza de generación en generación.

26. La educación de calidad, equitativamente distribuida, es el instrumento más importante para el desarrollo de las personas y de la sociedad.

La educación, especialmente en su nivel básico, es la que forma los valores y el carácter de un pueblo, la que forja la inteligencia y la capacidad de trabajo e innovación de un país. La educación es el mecanismo que permite a los chilenos de cualquier origen adquirir los conocimientos y las habilidades para intervenir activamente en la sociedad, sea en la política, la cultura o la economía.

Sólo una educación de calidad, equitativamente distribuida, puede generar las bases para una cultura del emprender, donde cada individuo asume responsabilidades y contribuye eficazmente al esfuerzo común del desarrollo.

La educación para desarrollar las capacidades humanas requeridas para emprender
actividades y hacerlo productivamente, con calidad y eficiencia, es el mayor reto de sociedades que, como Chile, se encuentran en el umbral de una nueva fase en su desarrollo. Por esto, no hay inversión más importante desde el punto de vista del desarrollo que aquélla que se realiza sostenidamente para ampliar la equidad y mejorar la calidad de la educación.

27. La incorporación de los grupos marginados al sistema productivo es un requisito tanto para terminar con la pobreza como para desarrollar una economía nternacionalmente competitiva.

La política social debe orientarse fundamentalmente a crear capacidades propias en el mundo de la pobreza. Esto no significa que los programas asistenciales destinados a prestar servicios y a entregar recursos a los grupos más pobres deban ser eliminados, pero ellos deben localizarse mejor y estimular la creación de contrapartes efectivas entre sus beneficiados para combatir así el paternalismo, que sólo consigue resultados provisorios.

Pero lo más importante es robustecer los programas diseñados para incorporar plenamente al sector informal y la pequeña y, mediana empresa al sistema productivo, potenciando su capacidad para crear bienes y servicios y abrir puestos de trabajo que servirán a miles de chilenos para salir de la pobreza.

El Estado debe prestar especial atención a la pequeña y mediana empresa, desarrollando sus capacidades empresariales, permitiéndole acceso al crédito, incorporándola al esfuerzo exportador directo o indirecto, mejorando sus niveles tecnológicos, elevando su productividad e invirtiendo en la capacitación de sus trabajadores.

28. Es preciso acentuar la integración de los trabajadores a las grandes tareas del desarrollo nacional, lo que supone el establecimiento de relaciones laborales de cooperación y concertación basadas en un justo equilibrio de trabajadores y empresarios.

Para el PPD el trabajo humano está en la base de todo bienestar. Incrementar su
reconocimiento y calidad son requisitos básicos de un progreso sustentable y equitativo.

Elevar la productividad y aumentar el valor agregado de nuestros productos de exportación para enfrentar con éxito la competitividad internacional depende fundamentalmente del aporte y la calidad del trabajo humano. Las empresas y economías más exitosas son aquéllas que han logrado integrar creativamente a los trabajadores, elevar su capacidad profesional, mejorar sus condiciones de trabajo y asociarlos a los aumentos de productividad. Nada de esto es posible si el sindicalismo está en condiciones tales de inferioridad que no puede defender con eficacia los
legítimos derechos de sus representados.

El fortalecimiento del movimiento sindical es un requisito para un mayor aporte de los trabajadores al desarrollo y para avanzar en la modernización de las relaciones laborales.

Esto requiere también de una acción del Estado para estimular y favorecer la organización y educación sindical, la capacitación de los trabajadores y la promoción de relaciones de concértación entre estos últimos y los empresarios.

29. Para garantizar las oportunidades de las próximas generaciones y de todos los habitantes del planeta, el desarrollo debe estar basado en tecnologías que no destruyan el medio ambiente.

Quienes más sufren por el deterioro del medio ambiente son las familias pobres y las
comunidades indígenas, pues habitan en lugares de mayor contaminación, cuentan con menor acceso al agua potable y al alcantarillado, prácticamente no disponen de áreas verdes y son por esto altamente vulnerables a enfermedades. Las familias pobres rurales, a su vez, se ven obligadas por razones de subsistencia, a talar bosques y a trabajar tierras de menor fertilidad, acentuando la erosión de los suelos.

La protección del medio ambiente y el impulso al desarrollo son objetivos complementarios, pues al proteger el medio ambiente se está actuando por el desarrollo y contra la pobreza, y al promover el desarrollo y actuar contra la pobreza se está protegiendo el medio ambiente.

Avanzar hacia un desarrollo sustentable exige una mayor educación y conciencia ecológica de la ciudadanía, una participación creciente de la comunidad organizada en este ámbito y un Estado más calificado técnicamente para ejercer su rol de regulador ambiental, con políticas globales y sistémicas orientadas a preservar los grandes equilibrios ecológicos.

E. POR UN CHILE INTEGRADO A LATINOAMÉRICA Y AL MUNDO

30. Ningún proyecto progresista puede hoy abordarse sobre bases estrictamente nacionales, toda vez que nunca como en la época actual ha existido una conciencia planetario más extendida.

Por siglos la idea de un "futuro común de la humanidad" no pasó de ser una frase esgrimida en ocasiones ceremoniales. Hoy en día la globalización de la economía, la revolución en las ciencias, la tecnología y las comunicaciones, junto con la caída del orden internacional bipolar surgido de la segunda guerra mundial, hacen que la humanidad asuma por primera vez que habita un lugar común y que la suerte de cada colectividad, cada nación y cada grupo, está indisolublemente unida a la suerte de los demás.

El PPD hace propios los conceptos de un mundo común y de la unidad de la humanidad en la democracia, el respeto a los derechos humanos, la libre determinación y la responsabilidad compartida en la conservación de la naturaleza.

31. En este nuevo mundo los países se ven forzados a reconocer que su propia competitividad está basada en la movilización de sus capacidades internas.
La revolución tecnológica en curso modifica las instituciones y organizaciones de la sociedad, mutando los procesos productivos, la organización del trabajo y la geografía económica internacional. Se globalizan los mercados, se intensifica la competencia internacional y se regionaliza el comercio mundial.

El éxito de los países depende cada vez más de la capacidad de su gente para aprender y movilizar conocimientos, incorporar progreso técnico y producir para mercados distantes.

Esto plantea desafíos de innovación institucional de la sociedad y concede importancia estratégica a la educación y a la conformación de empresas más participativas y con estructuras de distribución más equitativas, de modo de asegurar un mayor compromiso laboral con su desarrollo.

32. El PPD aspira a un orden internacional más justo y cooperativo, fundado en la
preservación de la paz mundial y el desarme, en la solución pacífica de las controversias, el respeto a los tratados y convenios internacionales libremente pactados y la protección del planeta.

Somos partidarios de la readecuación de los organismos multilaterales a las nuevas
realidades contemporáneas, en particular, al creciente potencial de los países en desarrollo para contribuir a la paz mundial, a una economía internacional estable y dinámica y al resguardo del medio ambiente.

Favorecemos la gestación de un orden comercial más abierto y transparente, que limite las prácticas proteccionistas y no coloque trabas a las exportaciones de los países en desarrollo.

Insistimos en la necesidad de contar con un sistema financiero internacional que se ponga al servicio del desarrollo, superando sus actuales asimetrías en contra de los países más pobres.

En una fase de la humanidad caracterizada por la primacía del conocimiento, la comunidad internacional debe ser capaz de diseñar formas eficaces y novedosas de transferencia tecnológica que aceleren el crecimiento y la productividad en los países en desarrollo. Ello sería un apoyo a la paz mundial, a la estabilidad y al dinamismo de la economía internacional.

Dado que los países industrializados son los que más contribuyen a los problemas globales del medio ambiente, las políticas de cooperación y de financiamiento internacional deben asignar mayor importancia a la transferencia tecnológica y la cooperación ambiental.

33. América Latina es la comunidad natural de Chile, y nada puede hacernos perder de vista que nuestro futuro y posibilidades de inserción exitosa en el mundo pasan por la interrelación con las demás naciones que forman nuestro entorno histórico y cultural.

América Latina puede representar hacia el siglo que viene un puente entre el Sur y el Norte, no sólo por la disposición de su geografía sino por su doble vinculación con la América del Norte y la Europa del Sur, presente ésta última desde hace cinco siglos en el destino de nuestro continente. Pero ello supone que la región reencuentre su vocación político-cultural, asiente las bases de su propia unidad y edifique los medios para intervenir creativamente en la política internacional.

Apoyamos todas las instancias de coordinación política y económica entre países, que
permitan una inserción más ventajosa en la economía mundial y fortalezcan el poder negociador de América Latina. Favorecemos la convergencia de políticas económicas en la región, buscando conciliar la remoción de trabas administrativas al desplazamiento de personas, bienes, servicios y factores productivos, con la construcción paulatina de capacidad tecnológica regional, apoyada en inversiones conjuntas. Somos partidarios de avanzar en un proceso gradual de desarme, para que podamos destinar el máximo de recursos al desarrollo, y promoveremos formas de encuentro, intercambio e integración cultural permanente entre los países del Continente.

F. POR UN DESARROLLO LIBRE DE LA CULTURA

34. El PPD propicia una cultura nacional democrática, humanista, libertaria, tolerante, plural y abierta al mundo.

Deseamos una cultura que valorice a las personas por lo que son y no por lo que poseen; en que hombres y mujeres desplieguen sus capacidades en todos los ámbitos el trabajo, el tiempo libre, la espiritualidad, las relaciones efectivas, la vida comunitaria para hacerse verdaderamente más personas.

Queremos una cultura de la libertad, en que las personas puedan tomar sus opciones guiadas por sus propias informaciones, convicciones e intereses. Se trata de confiar en las personas y en su criterio, limitando al Estado a una labor de orientación y educación en los valores esenciales compartidos, pero sin que se arrogue el derecho a decidir por los(as)ciudadanos(as).

Somos defensores de la libertad de creación, opinión e información, y contrarios a una censura estatal institucionalizada.

Propiciamos una cultura tolerante, capaz de debatir abiertamente sobre lo que nos divide como sociedad. Los consensos no pueden fundarse en el silencio ni en el miedo a estar en desacuerdo. Una sociedad democrática no puede vivir con miedo a expresar las diversas opciones que conviven en su interior.

Son demasiados los prejuicios y discriminaciones que afectan cotidianamente a personas y grupos sociales no respetados en su diferencia. Una real cultura democrática debe aceptarla diferencia y desterrar toda forma de prejuicio social.

Deseamos fomentar una cultura plural que valore lo que es y ha sido Chile en toda su
diversidad geográfica, social y cultural. Una nación que no se hace cargo de su patrimonio cultural, es una nación sin presente y sin futuro. Este patrimonio merece ser rescatado, conservado y divulgado entre las nuevas generaciones, que lo enriquecerán con su propio y original aporte.

Queremos una cultura nacional abierta al mundo, capaz de recoger las contribuciones externas y dispuesta permanentemente a dar a conocer sus propios aportes más allá de nuestras fronteras. La identidad de Chile en el mundo global del siglo Veintiuno está por construirse, y debe incorporar la presencia de sus creadores y artistas.

35. Aspiramos a una activa participación de la sociedad en la creación artístico-cultural, pero el Estado debe ejercer en este ámbito una labor de fomento y difusión.

En este ámbito debe expresarse irrestrictamente la libertad de las personas. Y conformar una institucionalidad pública y una política de Estado que, resguardando la libertad de creación artística y buscando siempre la colaboración del sector privado, favorezca la equidad y transparencia en las oportunidades para desarrollar y renovar el arte en el país.

El Estado tiene la tarea de asegurar un marco de libre creación y expresión y de fomentar, mediante instrumentos e incentivos adecuados -entre ellos los del sistema educacional-, a los individuos y grupos que desean contribuir con iniciativas culturales específicas.

La sociedad debe alentar la creación artístico-cultural tanto de los creadores consagrados y artistas profesionales como de los(as) ciudadanos(as) en general, de manera que las artes enriquezcan la vida nacional.

36. Los chilenos necesitamos reconocer, enriquecer y renovar las bases de nuestra cultura nacional de cara a las corrientes que están cambiando el mundo y a nuestro propio país.

La cultura nacional es la plural y múltiple expresión de un pueblo. Su historia conservada en las interpretaciones del pasado; sus experiencias políticas y maneras de solucionar los conflictos; sus formas de vivir, trabajar, pensar, comunicarse y amar, las maneras como se establecen las relaciones entre sexos y generaciones; sus modos de vincularse con la naturaleza y habitar sus ciudades; las formas como manifiesta sus creencias religiosas y sus modalidades de hacer arte.

La cultura nacional está en pleno proceso de renovación. Siente los efectos de los intensos procesos de internacionalización, de los cambios del perfil educativo de la población, de las nuevas relaciones que se establecen entre generaciones y sexos, de la penetración de los medios masivos de comunicación, de los cambios en la conciencia y conducta religiosa del pueblo, de las nuevas maneras de hacer pareja, matrimonio y familia, de la desaparición de antiguas divisiones ideológicas que hasta hace poco parecían irreconciliables. Esta profunda mutación abre desafíos culturales de grandes proyecciones.

La sociedad chilena necesita hacer un supremo esfuerzo durante los próximos años para
hacer sentido de sí misma y renovar su cultura, sin romper la continuidad de su experiencia histórica.

Chile continuará progresando si sigue avanzando en la dirección de una cultura humanista, emprendedora, tolerante y participativa.

Esposa de Bitar asume funciones de Primera Dama en reemplazo de Delpiano

Fuente :ORBE
25.01.2007

María Eugenia Hirmas, quien se desempeñaba como Directora Ejecutiva de la fundación Todo Chile Enter, reemplazará a Adriana Delpiano.

SANTIAGO.- La Presidenta de la República, Michelle Bachelet designó como nueva Directora del Area Sociocultural de la Presidencia, a María Eugenia Hirmas -esposa del timonel del PPD, Sergio Bitar- en reemplazo de Adriana Delpiano.

Hirmas, quien se desempeñaba como Directora Ejecutiva de la fundación Todo Chile Enter, asumirá sus funciones a partir del 10 de marzo de 2007.

El organismo fue estrenado durante la administración Bachelet para asumir las funciones al frente de las fundaciones y corporaciones que dependían del gabinete de las ex primeras damas. Estas son, entre otras, Prodemu, Familia y Nuevos Tiempos, Artesanías de Chile, Orquestas Juveniles y el centro cultural Matucana 100.

Diputados González y Soto anuncian congelamiento de militancia PPD

El Mostrador.cl
24.01.2007

Decisión fue adoptada a raíz del caso de Programas de Generación de Empleos (PGE) en la Quinta Región, ya que el Ministerio Público fijó para el 5 de marzo próximo la formalización.

A las 10:30 horas de este jueves, los diputados Rodrigo González y Laura Soto sostendrán un encuentro con el presidente del Partido Por la Democracia (PPD), Sergio Bitar, para comunicarles formalmente de su decisión de congelar su militancia de esa colectividad a raíz del caso de Programas de Generación de Empleos (PGE) en la Quinta Región.

La diputada Soto en la tarde de ayer, desde el Congreso Nacional, envío una carta dirigida al timonel, explicándole sus razones por las cuales decidió tomar dicha decisión. Según trascendió, en ella expone, entre otras cosas, que tal determinación es dolorosa, ya que ella fue una de las fundadoras del PPD y que no ha recibido un real respaldo de la tienda.

En tanto, y de acuerdo a fuentes confiables, el diputado González también anunciaría la decisión de congelar su militancia, ya que tampoco se habría sentido respaldo por el PPD. Ambos tomán la decisión luego que dirigentes del partido, como el vicepresidente Angel Bozán, señalara que ambos legisladores "le hacen daño al PPD al escudarse en el fuero parlamentario".

“Hay una opinión bastante extendida en el PPD en orden a que esta situación le hace daño a la colectividad; si bien no sabemos cuánto es ello y qué dimensiones alcanza, pero sin ninguna duda que cuando los parlamentarios se escudan en el fuero eso no es una medida progresista y creo que hace un tiempo, independientemente de este caso en particular, se viene cuestionando esta situación”, dijo el dirigente.

Y agregó: “Para mí no es bueno que cuando haya una investigación judicial exista ciudadanos de primera y segunda categoría. De hecho, los alcaldes y concejales no tienen fuero y en definitiva al PPD no le hace bien esta actitud (de los diputados) y me gustaría que hubiese más colaboración de parte de Soto y González, ya que nosotros siempre hemos confiado en que cuando hay hechos complejos es en los tribunales donde se pueden esclarecer las cosas”, recalcó.

jueves, 25 de enero de 2007

Buscan ampliar la prohibición para postulaciones a Congreso y municipios

El Mostrador
24.01.2007

Proyecto de ley patrocinado por diputados de todos los partidos pretende alargar a cuatro años el plazo para quienes hayan desempeñado funciones en el Gobierno.

Un proyecto de reforma constitucional y otro tendiente a ampliar el plazo de inhabilidades previstas en el artículo 57 de la Constitución y en la Ley Orgánica de Municipalidades presentaron un grupo de diputados de todos los partidos.

La iniciativa tiene como objetivo que personeros de Gobierno que ocupen cargos en el sector público no puedan postular al Congreso y los municipios si han trabajado en la administración pública los cuatro años inmediatamente anteriores a alguna elección.

Esta iniciativa se enmarca en el debate ciudadano sobre intervencionismo electoral (no intervención gubernativa) y fortalecimiento del principio de transparencia, como fundamento de la actividad de los órganos del Estado.

A juicio de los diputados, es un complemento indispensable de la agenda de probidad en discusión, pues esta regula la intervención electoral a favor de terceros pero no contempla la intervención electoral a favor de la propia autoridad.

La idea, señalaron los patrocinantes, es que "ni un minuto de su tiempo y ni un peso del Estado, sea destinado por una autoridad a fines que no sean exclusivamente el cumplimiento de sus funciones institucionales".

Los afectados con esta ampliación de la inhabilidad son ministros de Estado, subsecretarios, intendentes, gobernadores, alcaldes, consejeros regionales y concejales.

Además, afecta a los miembros del Banco Central, magistrados de los tribunales superiores de justicia, jueces de letras, los miembros del Tribunal Constitucional, del Tribunal Calificador de Elecciones y de los Tribunales Electorales Regionales.

Junto a esto, se incluye el contralor general de la República y las personas naturales y los gerentes administradores de personas jurídicas que celebren o caucionen contratos con el Estado.

Se agrega en esta lista el fiscal nacional, los fiscales regionales y adjuntos del Ministerio Público, los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, el general director de Carabineros, el director general de la Policía de Investigaciones y los oficiales pertenecientes a las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad Pública.

Asimismo, los proyectos pretender poner término a la inhabilidad que hasta ahora afecta a quines desempeñen un cargo directivo de naturaleza gremial o vecinal.

Finalmente, el proyecto amplia la inhabilidad para cargos parlamentarios y municipales a los Jefes de Servicio y demás funcionarios de confianza del Presidente de la República.

Los diputados señalaron que esperan contar con el respaldo del Ejecutivo para estos proyectos para persistir en las señales de probidad y transparencia que está esperando la ciudadanía.

Los firmantes son Carlos Montes (PS), Fulvio Rossi (PS), Marcelo Díaz (PS), Alfonso de Urresti (PS), Marco Enríquez-Ominami (PS), Francisco Chahuán (RN), Roberto Sepúlveda (RN), Marcelo Forni (UDI), Pablo Lorenzini (DC) y Jorge Insunza (PPD).

Fuerte espaldarazo: Directiva Nacional del PPD apoya a Oscar Eltit

El Gong
23.01.2007

El intendente de La Araucanía, Oscar Eltit, recibió el respaldo de la directiva nacional del Partido Por la Democracia [PPD], tras reunirse este mediodía con el secretario general de la colectividad, Pepe Auth, en compañía del presidente regional del partido, Alfredo Vallejos.

Auth expresó la “plena satisfacción de la dirección nacional del partido, como de su bancada parlamentaria”, con la designación de Oscar Eltit en la Intendencia de La Araucanía. Agregó que Eltit, “no sólo tiene la experiencia, sino también las condiciones para ejercer un liderazgo con la sabiduría, convicción y compromiso necesario para sacar adelante la región”.

Respecto del cuestionamiento efectuado por Aucán Huilcamán al nombramiento, Pepe Auth fue enfático en sostener que si bien es parte de la democracia estar o no de acuerdo en un tema como éste, se trata de “ de una crítica exagerada, considerando que en su anterior período como intendente, Oscar Eltit actuó con prudencia y sabiduría, y estamos seguros que lo hará de igual forma en la tarea que tiene por delante”.

miércoles, 24 de enero de 2007

Girardi culpa a Schaulsohn y Flores de manipular a ex secretaria del PPD

La Nación
23.01.2007

En la declaración de este lunes, el senador PPD, Guido Girardi, contestó en detalle cada una de las preguntas que le formuló el fiscal Iván Millán por las irregularidades detectadas en su rendición de gastos electorales. Cuando llegaron al nombre de la ex secretaria del partido, Nora Pérez, y el asunto de los falsos arriendos, el parlamentario aseguró que esa fue una maniobra del senador Fernando Flores y de Jorge Schaulsohn.

Según fuentes ligadas con la investigación, el legislador dijo que los dichos de Pérez responden a una operación política y describió la famosa llamada telefónica que le hizo a la mujer.

En el interrogatorio agregó que se enteró que ella iba a ser entrevistada por “La Tercera” y que allí diría que no prestó servicios de arriendo ni de ningún tipo en su campaña.

Pero el senador aclaró que en esa comunicación nunca la intimidó. Por el contrario, explicó al fiscal que el amenazado fue él, cuando Flores le advirtió que contrataría abogados para investigarlo, luego de hecho le consiguió un defensor a Pérez, dijo.

Además, añadió en su declaración, que tiene antecedentes respecto de que el mismo Flores habría sido quien llevó a la ex secretaria del partido a entregar su testimonio ante el diario “La Segunda”.

A su juicio, ésta habría sido una venganza por un tema presidencial y otros conflictos posteriores.

El arriendo

Lo clave en este asunto era determinar si se arrendaron o no bodegas a Nora Pérez o a su hijo, quien también ha aparecido mencionado en el caso Publicam-Servel.

Al respecto el senador dijo que desconocía si se materializó o no ese negocio, ya que el encargado de esas cuestiones era su administrador electoral, Ricardo Farías.

No obstante, éste le habría dicho que se le pagó por servicio de almacenaje, transporte y propaganda al hijo de Pérez.

Lo único que aclaró el parlamentario es que desconoce si el joven vive con su madre o no, dijeron algunas fuentes consultadas.

En adelante, el administrador electoral apareció en muchas de las respuestas que dio Girardi al fiscal porque explicó que él fue el encargado de hacer las rendiciones de los gastos de su campaña, que él incorporó las facturas falsas porque no le cuadraban los montos.

El mismo Farías habría contactado al abogado Dante Leoz quien se consiguió los documentos fraudulentos con su hermano, Walter Leoz, quien dijo tener un conocido en una empresa de publicidad llamada Publicam.

También este colaborador fue quien lo llamó a China para decirle que en el escándalo de Chiledeportes había aparecido una factura falsa de la misma empresa que figuraba en su rendición. Al menos así lo expresó el senador en su declaración.

Pero sí hubo algo que admitió el senador.

Él puso la firma en la rendición fraudulenta, pero su error fue no revisar los documentos de respaldo, dijo.

El fiscal le mostró una de las facturas de Publicam que aparece en sus cuentas, Girardi la reconoció, luego fue consultado por la otra factura que se anexó a sus gastos, pero que desapareció junto con otros papeles desde la sede del PPD. De ésa, aseguró, no saber nada.

Bitar invitó a ex intendente Barrueto a colaborar en la dirección del PPD

UPI
23.01.2007

El presidente del Partido Por la Democracia (PPD), Sergio Bitar, le pidió hoy al ex intendente metropolitano, Víctor Barrueto, que colabore en la dirección de la colectividad, luego que la Mandataria Michelle Bachelet le pidiera la renuncia al cargo el domingo pasado.

"Conversamos sobre su experiencia de este año, lo felicité por su desempeño y le he pedido que pueda colaborar con nosotros en la dirección del partido", comentó el timonel de la tienda oficialista.

Barrueto llegó alrededor de las 11:00 horas a la sede del PPD, ocasión en la cual no quiso entrar en detalles sobre su visita a la tienda oficialista.

En tanto, el ex ministro de Educación negó que en la cita se haya conversado sobre los antecedentes respecto a la salida de Barrueto de la intendencia.

CRÍTICA A MULET

Asimismo, el presidente del PPD fue consultado por las declaraciones del diputado de la Democracia Cristiana (DC), Jaime Mulet, perteneciente al sector "colorín" de la falange, quien sostuvo que el cambio de intendentes y gobernadores se debió a la presión ante La Moneda por parte de la actual mesa directiva de la colectividad, que encabeza la senadora Soledad Alvear.

Bitar rechazó esa tesis, afirmando que la "función de los partidos políticos no es meter las manos en los nombramientos".

"La función de los partidos políticos no es transformarse en agencias de empleos, si nosotros nos hemos deteriorados a los ojos de la ciudadanía es porque muchas veces se cree que el poder de un partido depende del número de personas que ocupan cargos y no de la calidad o de la sección o grupo al cual pertenece esa persona dentro de un partido", puntualizó el timonel PPD.

En este sentido, Bitar afirmó que es la Presidenta Michelle Bachelet quien resuelve la disposición de los cargos, subrayando que "esto de poner 'pitutos' o 'cuoteo' se tiene que acabar cualquier resabio de esa naturaleza, y esta es una buena ocasión para refrendarlo".

Asimismo, ante la salida de Catalina Depassier como subsecretaria de Deportes, Sergio Bitar declinó pronunciarse, aclarando que "no tengo antecedentes para dar opiniones sobre esta materia; quiero informarme".

REUNIÓN CON DELPIANO

Las declaraciones de Sergio Bitar fueron realizadas luego que la mesa directiva del PPD se reuniera con la nueva intendenta metropolitana, Adriana Delpiano.

"Es una mujer con una capacidad, inteligencia, con una vocación de servicio público admirable, y estamos seguros que va a continuar la obra de Víctor Barrueto, le va a dar un impulso a un conjunto de materias", sentenció el presidente de la tienda de Gobierno.

El ex secretario de Estado aclaró que Delpiano apoyará el desarrollo y entrada en marcha del Transantiago, además que velará por la protección medioambiental de Santiago.

Bitar: “Los partidos no son agencias de empleo”

El Mercurio Online
23.01.2007

SANTIAGO.- El presidente del Partido Por la Democracia (PPD), Sergio Bitar, dijo hoy que “los partidos no pueden estar metiendo los manos en las decisiones del Gobierno en materia de designaciones”, y que en ese sentido las colectividades debían terminar con las prácticas de verdaderas “agencias de empleo”.

Bitar formuló estas declaraciones luego de una reunión de trabajo entre la directiva del PPD y el secretario ejecutivo de la agenda pro transparencia y probidad del Gobierno, Rafael Blanco . En esa reunión, su partido le hizo entrega oficial de las propuestas para enriquecer la discusión sobre la materia.

Bitar resaltó que “el Partido Por la Democracia reafirma su respaldo total a Presidenta Bachelet en la pronta materialización de los proyectos de ley en el Congreso para avanzar como país hacia mayor probidad y transparencia y a todas las medidas administrativas que apuntan esa dirección”.

Además, el timonel del PPD señaló que “los partidos políticos tenemos que asumir nuestra responsabilidad. Después de las sacudidas y problemas que hemos tenido, somos partidarios de hacer cambios en los partidos políticos a favor de la probidad. Eso significa modificar las normas de transparencia, modificaciones de los procedimientos electorales internos, transparencia de todos los datos financieros, reforzamiento de los sistemas y recursos en materia de formación de jóvenes y la modificación de la Ley de Partidos Políticos que heredamos de Pinochet y que no hemos cambiado”.

Respetar las decisiones de la presidencia

Bitar recordó que ayer lunes, los presidentes de la Concertación acordaron realizar un encuentro de alto nivel para estudiar todas estas modificaciones al sistema de partidos, “las que a su vez queremos proponerlas a los partidos de oposición, porque tiene que ver con la institucionalidad democrática chilena. De manera que los partidos tienen que hacer este esfuerzo. Y especialmente lo digo hoy a propósito de los recientes nombramientos” realizados por el Ejecutivo en intendencias y gobernaciones.

“El PPD quiere manifestar que los partidos no son agencias de empleo. Los partidos no pueden estar metiendo los manos en las decisiones del Gobierno en materia de designaciones. Los partidos pueden llevar a un cuoteo degradante que nos desprestigia ante el país. Por eso, el PPD manifiesta que no vamos a seguir en eso. Hemos tomado una decisión muy enérgica de respetar el carácter suprapartidario de las decisiones de la Presidenta”, señaló Bitar.

Agregó que “el éxito de un partido no se mide contando cuántos funcionarios tiene en la administración pública, sino en la calidad de la gente que está. El éxito de un partido no se mide porque una corriente interna determinada mete más gente suya al Gobierno. Eso nos parece fundamental y hemos querido agregarlo a este debate, porque es una responsabilidad exclusiva de los partidos políticos”.

martes, 23 de enero de 2007

Nos escriben desde Pudahuel

Estimados compañeros militantes del PPD (a).

Quien les escriben, es un militante fundador del partido, que habita en
una comuna historica y revolucionaria en la grandes movilizaciones politicas
y sociales por los Derechos Humanos y Justicia Social. Tengo responsabilidades sociales en Pudahuel, fui elejido Consejero Comunal en el CESCO de nuestra comuna, y soy vicepresidente de la Union Comunal de Junta de Vecinos de Pudahuel y me acompañan en este movimiento social muchos militantes de nuestro partido, por ejemplo el presidente del Consejo Local de Deporte de Pudahuel, Vicepresidente de la Union Comunal de Adultos Mayores,Dirigentes de Junta de Vecinos, un dirigente nacional de panificadores de chile, dirigentes de Centros de madres y otros, por lo
tanto tenemos un gran frente social.

Por todo lo ya planteado anteriormente, en Pudahuel estamos en el centro del hurancan ya que estamos en proceso de reflexión en cuanto a esta crisis y situaciones puntuales de algunos militantes con poderes, que
desprestigian al partido, a la concertacion, al pais y la democracia.


Por ejemplo, aqui en Pudahuel desde las elecciones interna (28 de Mayo)que no se llama a un ampliado o por ultimo que se constituya la direcion comunal del partido .

Bueno, todo sabemos lo que esta pasando al interior de nuestro partido para
que quejarme mas.

Hacemo un llamado a todas la opiniones politicas o a todas las tendencias
politicas y en especial a la Direccion Nacional y Regional de partido a
visitar las comunas que estan marginada de las copulas políticas del
partido, cuyo fin es dar explicaciones, escuchar al pueblo ppd, y discutir
politicamente con altura de mira y vision de futuro.

" AHORA O NUNCA " ANTE QUE SEA DEMASIADO TARDE ,,

EL PUEBLO PPD QUIERE PARTICIPAR EN ESTA DISCUCION POLITICA.


NOTA : NOSOTROS REPRESENTAMOS A 123 MILITANTES DE PUDAHUEL .


ATTE. A UDS.


JOSE URIBE CATALAN JOSE MIGUEL SOTO S.
PRESIDENTE SECRETARIO
GENERAL
CONSEJO DE BASE CONSEJO DE BASE
" PUDAHUEL CREA " " PUDAHUEL
CREA "
FONO:093915325 FONO:098397175


IVAN LOYOLA CASTRO
PRESIDENTE
CONSEJO DE BASE
" CONCEJAL GUILLERMO FLORES "