lunes, 23 de abril de 2007

No soy el salvavidas del gobierno regional”

NUEVO VOCERO GUBERNAMENTAL, EDUARDO BARROS

- El locuaz pepedé plantea que el barco está navegando, más allá de que lo haga por aguas turbulentas o no, y descarta que la situación sea comparable a la vivida y sufrida por el ex intendente Raúl Hein. - “La intendenta es una persona proba y tiene todas las habilidades, capacidades y profesionalismo”, destaca para justificar su total adscripción a Eugenia Mancilla.

Lanza una carcajada tremenda al escuchar que, para muchos, la intendenta Eugenia Mancilla está corriendo un serio riesgo al nombrarlo como seremi de Gobierno.

- ¿Qué piensa de quienes dicen que esto es como dejar al gato cuidando la carnicería?
Se ríe de buena gana y, como hábil político, primero, intenta hacer creer que no entiende la pregunta y, luego, elude hacerse el ofendido. Después, habla de la pequeñez versus la generosidad de quienes, como él, sí tienen vocación de servicio público.
Es el ex seremi de Trabajo y ex gobernador de la provincia Antártica, el PPD Eduardo Barros. De baja estatura, la cual compensa con un bombardeo de ideas y desenfrenada locuacidad.
Talentoso, para algunos; de cuidado, para otros, se presenta como la gran carta del nuevo período del gobierno de Eugenia Mancilla.
Más que un vocero, asumió como coordinador político y articulador de la agenda de realizaciones que Eugenia Mancilla quiere imponer en los dos años y medio que le restan como máxima autoridad regional.

- ¿Cómo llegó a ser seremi de Gobierno?
- “Fue una invitación de la intendenta regional, quien me manifestó que quería que asumiera la coordinación política y que la acompañara en la elaboración del diseño del equipo y, obviamente, la vocería”.

- ¿Se siente como una especie de salvavidas del gobierno?
- “Para nada, para nada. Creo que Eugenia Mancilla tiene todas las habilidades, capacidades y profesionalismo. Me siento muy gustoso trabajando con ella por cuatro motivos fundamentales: es clave trabajar con una persona proba, transparente y que no tiene otra agenda que el servicio público; es muy cómodo trabajar con una profesional, que no sólo lee todos los papeles, sino que es muy rigurosa en seguirlos y pedir información; es una persona que tiene valores y consistencia política demostrada; y, cuarto, porque es una persona que tiene capacidad de generar confianza.
“Un salvavidas se ocupa cuando se siente que el barco está hundido. Aquí el barco está navegando con aguas turbulentas o no, con viento a favor o en contra, pero a mí me encanta navegar, así es que no tengo ningún problema. Llegué hasta el Cabo de Hornos, atravesé el Drake y fui hasta Diego Ramírez y he pasado el Golfo de Penas muchas veces. Por lo tanto, en este viaje me siento un miembro más de la tripulación, comandado por la intendenta”.

- Sin embargo, no es un miembro más porque se le han dado atribuciones adicionales.
- “Por supuesto. Hablando en términos marinos, estoy en la cámara de oficiales, estoy en el team del equipo político y no me hago...No, para nada. Tiene toda la razón”.

- ¿Cuál va a ser el cambio de imagen que se a va generar con su llegada a la torre?
- “Plena transparencia, dar la cara. Decir las cosas y la verdad por sobre todo. Nos reunimos con directores de medios y les hemos planteado que lo único que no queremos es que no haya versiones oficiales pudiendo haberlas y, si en algún momento no las hay, que nos comuniquen porque todos tienen que responder porque la información y el cargo son públicos. Uno no puede rehuir, no puede pensar que la prensa va a estar con uno para difundir lo bueno y que, cuando haya un problema o se tenga que opinar de cosas complicadas, uno la va a rehuir. La prensa cumple un rol social.
“Segundo, queremos tener la mayor coordinación posible. No digo que no vaya a haber alguna descoordinación. Queremos que se entienda que el gobierno es uno solo y que la ciudadanía vea y sienta eso.
“El tercer elemento es que vamos a trabajar con la agenda de Michelle Bachelet y la agenda del plan de gobierno regional y tenemos que visibilizarla”.

- Con una mano en el corazón, ¿cuáles son las falencias del gobierno regional?
- “Creo que la mayor falencia que tuvimos fue no comunicar. La segunda, no compartir informaciones. La tercera fue no definir una agenda con mayor claridad y hacerla pública para que nos cobren la palabra”.

- ¿Pero la indefinición de la agenda pasó por los asesores anteriores?
- “La verdad es que no creo que sea, no es mi interés ni creo que sea productivo detenerse en por qué no fue. Lo importante aquí es pensar en qué vamos a hacer”.

BUEN MANEJO
PRESUPUESTARIO

- ¿Cuál es el tiempo que se han dado para demostrar un buen manejo presupuestario?
- “De aquí al lunes, al martes, al miércoles, a todos los días. Es una prioridad. Es una tarea que debemos hacer y es una tarea de control semanal y se van a tomar todas las medidas que sean necesarias para que el gasto no sea un problema en la gestión pública”.

- ¿Hubo, en algún momento, una situación similar a la que vivió y terminó con la caída de Hein?
- “No, ninguna. No ahí lo que tuvimos fue un problema de sobreendeudamiento...”

- Pero, lo digo tanto porque hubo un mal manejo en el gasto presupuestario, como porque los denominados poderes fácticos siempre están socavando a la autoridad.
- “La intendenta lo dijo con mucha claridad y yo, cuando fui gobernador, aprendí que el cargo está disponible todos los días y las 24 horas del día. Entonces, no creo que eso sea un tema que a la intendenta y al gobierno le haya complicado excesivamente.
“Creo que lo que sí -y ella lo asumió con mucha responsabilidad y por eso se hicieron los cambios- es que, efectivamente, siente que pudieron haberse tomado ciertas medidas, que pudieron haber anticipado el escenario y, quizás, ahí uno siente que lo importante es tener el apoyo y la confianza de la Presidenta de la República. Creo que lo fundamental para ella -primero porque ella conoce el tema presupuestario y sabe que se pudo haber evitado- es que entregó confianza y delegó responsabilidades en profesionales y esa confianza no fue retribuida. Creo que esa era una situación más compleja que cualquiera otra especulación política, de escenarios, de actores, de poderes fácticos”.

- Pero, ¿se sienten atacados por los poderes fácticos?
- “No. Mira, yo no me siento atacado. Lo que uno podría decir es que a mí me preocupa y me da que pensar cuando no hay crítica directa y hacemos del comidillo y el chaqueteo un deporte regional olímpico, porque eso no contribuye en nada. Segundo, cuando hay personas que se profesionalizan en la destrucción y no en la construcción. Tercero, cuando no hay capacidad de mirar o alguien se sonríe o puede tener un sentimiento de alegría cuando al otro le va mal y no entiende que cuando le va mal a alguien, ya sea actor público o privado, le va mal a la región.
“Entonces, más que a uno lo ataquen o lo apoyen, la pena que puede dar es que, habiendo tantas tareas por delante, cómo puede haber gente preocupada solamente en lo que se equivoca el otro, en cómo le fue mal. Yo espero que no haya nadie en el sector público con la esperanza de que le vaya mal a uno, porque eso sería, sería...”.

- Eso sería una ingenuidad de su parte.
- “Sí, pero que eso se manifestara proactivamente y que hayan acciones precisas...Ojalá que eso no pase, no por uno, sino por la vida personal e interior de esas personas”.

- ¿En estos momentos su lealtad está con el partido, con la intendenta?
- “Con el gobierno y con la Concertación y con la intendenta. Yo soy concertacionista cien por ciento desde el 11 de septiembre de 1973 cuando nació en mí esa necesidad, esa adhesión a los valores democráticos”.

COMO EL GATO EN...

- ¿Qué opina respecto de quienes piensan que, con su nombramiento, la intendenta está dejando el gato en la carnicería?
- “¿Cómo?, ¿cómo?”

- Que sus afanes y ambiciones políticas lo hacen digno de tal dicho popular.
- “(Se ríe de buena gana) Ayyay. ¿Qué decir de eso? Me parece un comentario entretenido, en primer lugar, si hay gente que tiene buen sentido de humor. Si hay alguien (sigue riéndose) que está preocupado de mis ambiciones, bueno...Primero diré que aquí hay carne para todos. Segundo y si alguien quiere colocarlo así, la carnicería estaba un poquito más llena siendo asesor de varios parlamentarios y, quizás, uno podría tener acceso a mayores expectativas en la supuesta carrera política. Mi opción fue venir a construir a Magallanes y en el territorio más aislado. Demostré ahí que podía dar lo mejor de mí, con todos los errores que pudiera haber cometido. Y, en segundo lugar, no busqué ni pedí ser seremi de Gobierno. Y, en tercer lugar, creo que la intendenta no está preocupada de los cálculos pequeños y si alguien está preocupado...yo, por lo menos, estoy pensando en hacer bien el trabajo y tengo un fuerte compromiso con la Presidenta Michelle Bachelet y tengo una lealtad con la intendenta. Me cuesta pensar que digan eso y sólo diré que me parece un buen sentido del humor. “Estamos preocupados de trabajar, tenemos que sacar adelante la agenda en un tiempo bien acotado y, una de las razones por la cual estoy con Eugenia Mancilla, es que, cuando yo escucho y veo una intendenta que dice: “Una de mis prioridades concretas y políticas es que todos los niños de los jardines infantiles de la región tengan garantizado que su infraestructura sea digna y los mudadores no se lluevan”, y es capaz de transformar eso en un convenio de mejoramiento y cuando eso se transforma en un convenio para mejorar la calidad de la educación preescolar, entonces tiene sentido y, entonces, vale la pena y tiene sentido estar en el servicio público”.

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