lunes, 11 de junio de 2007

Aprontes municipales tensan comité político de la intendenta Mancilla

La Prensa Austral
03.06.2007

- La antipatía es mutua entre el sector de los “guatones” de la DC y el PPD Emilio Boccazzi, quien está trabajando por primarias para competirle a Juan Morano.

No andan bien los ánimos al interior de la Concertación regional. Y esto queda meridianamente claro luego de las últimas reuniones del comité político de la intendenta Eugenia Mancilla.
El PPD exige mayor coordinación y consideración al momento de estructurarse la agenda pública de la intendenta; el seremi de Gobierno, Eduardo Barros, se defiende como gato de espaldas, asumiendo toda su responsabilidad; la DC reclama la encubierta campaña municipal de Emilio Boccazzi...
¿Y el PS? La Nueva Izquierda se siente totalmente excluida del equipo de Mancilla y cree que se ha abusado de su paciencia sólo por el hecho de que no puede aparecer generando conflictos que perjudiquen al gobierno de su “compañera”, la Presidenta Michelle Bachelet.
Así, el comité político se ha transformado en un cuadrilátero donde se enfrentan los ánimos cada vez más caldeados de los partidos oficialistas. Y la pelea de fondo está relacionada -se admita o no- con las próximas elecciones municipales, las pretensiones del alcalde Juan Morano de ser reelecto y la estrategia de Boccazzi para, eventualmente, hacerle frente en octubre de 2008, exigiendo primarias y/o corriendo por fuera.
Pero, no todo se circunscribe a la justa alcaldicia. También hay otros factores: los socialistas que se sienten maltratados y el denominado “factor Barros”.

“¡NO SEA ARROGANTE, ALCALDE!”.
Aprovechando la presencia del ministro de Justicia, Carlos Maldonado, se organizó una reunión del comité político, bastante más ampliado considerando la investidura del secretario de Estado.
El PS, se hizo representar por su senador Pedro Muñoz y su presidente regional, Juan Carlos Moreno, entre otros; y la DC, por la diputada Carolina Goic, el alcalde Juan Morano y Fabián Guerrero y, en representación de las directivas regional y provincial.
Del PPD, estaba su presidente regional y concejal, Emilio Boccazzi, y su timonel comunal, Domingo Rubilar; y los radicales tenían como emisarios a su presidente regional, Alfredo Miranda, y al dirigente Ramón Vásquez, entre otros.
Un molesto Boccazzi exigió que se haga partícipe a todos los miembros de la Concertación en la construcción de la agenda de aquellas reuniones y eventos que tengan un vínculo con organizaciones sociales. Reclamó que no sólo se extienda invitación a algunos, aludiendo a la diputada Goic y al alcalde Morano.
El enojo de Boccazzi tuvo como génesis que no había sido invitado a un encuentro con organizaciones sociales que encabezó el ministro Maldonado, momentos antes de la reunión del comité político, en circunstancia que tiene la doble calidad de dirigente máximo del PPD y de concejal de Punta Arenas.
Retrucó inmediatamente el seremi de Gobierno y correligionario de Boccazzi, Eduardo Barros. Primero, le enrostró que, como presidente de uno de los partidos de la Concertación, podría haber escogido otro momento para formular el reparo, evitando crear una situación incómoda a la intendenta frente al ministro Maldonado.
Acto seguido, impostó más la voz y dijo que como jefe del equipo político asumía toda la responsabilidad de la supuesta descoordinación.
Algunos asistentes dijeron que hizo un gesto con su pecho, señalando que con él cubriría a la intendenta Mancilla.
Como la intervención de Barros fue histriónica, los observadores comentan que quedaron “en empate”, porque el seremi de Gobierno asumió la culpabilidad y dijo que estaba dispuesto a coordinarse con todos los actores de la Concertación.
La reunión siguió.
Entonces, se quiso abordar cómo se podría generar un diseño coherente, “potente”, y efectuando todas las coordinaciones necesarias para potenciar el trabajo del conglomerado de gobierno en Magallanes, que dé la idea de una refundación.
Domingo Rubilar intervino para alertar que había que descubrir con mucha precisión qué elementos pueden hoy disciplinar al pacto gubernamental, a fin de evitar situaciones pasadas como la participación de políticos de la Concertación que terminan trabajando para otros fines y apoyando a candidaturas fuera del mundo concertacionista. Dio como ejemplo el caso del actual alcalde de Puerto Natales, Mario Margoni, ex DC, quien logró la alcaldía escindiéndose del acuerdo electoral y se le acusa de haber apoyado a Carlos Bianchi en las pasadas elecciones senatoriales.
El alcalde Juan Morano se disgustó. Dijo que se debería respetar el trabajo dentro de la Concertación y llegar en ese momento a un compromiso formal para que los alcaldes de la Concertación fueran reelectos.
“¿A qué le tienes miedo, Juan?”, le increpó varias veces Rubilar. Y el dirigente teorizó sobre la importancia de “oxigenar” a la Concertación y generar primarias que permitan que sea la gente la que escoja.
Se comentó que el debate fue de tal aspereza en algún momento que le advirtieron a Morano: “¡No sea arrogante, alcalde! No le vaya a pasar lo mismo que a Tolentino”.
De esta forma, se alude al episodio en que Tolentino Soto (DC) alcalde en ejercicio de Puerto Natales, al igual que Juan Morano en Punta Arenas, fue privilegiado para reelegirse, ocasionando el desmarque de Margoni, quien, fuera del pacto concertacionista, finalmente resultó electo.
Y de ahí para adelante, se habla de un fuerte quiebre Barros-Rubilar y la situación no ha estado mejor en los otros comités políticos de la intendenta.

“¡AHI ESTA ESE
DESLEAL!”
Y que el ambiente está tensionado, lo revelan situaciones como la vivida el día en que se firmó el contrato de concesión de la Zona Franca, en la ex casa de los intendentes.
La ceremonia estaba ya empezando cuando ingresa el presidente y concejal del PPD, Emilio Boccazzi. Mientras éste buscaba asiento en las primeras filas, un alto dirigente decé comentó con ostensible rabia: “¡Ahí está ese desleal!”, argumentando que está pactando para ser candidato por el nuevo referente Chile Primero, que conformaron los ex PPD Fernando Flores, Jorge Shaulshon y Esteban Valenzuela.
Este grupo tiene como flamante coordinador en Magallanes a otro ex PPD, Boris Stipicic Matic.

PS molesto por exclusión del “equipo chico”
que asesora a primera autoridad regional

Los socialistas están molestos y la confirmación de la DC Cecilia Lagos en el cargo de jefa de gabinete de la intendenta Eugenia Mancilla fue el hecho político que terminó por desencajar a la dirigencia del PS.
Es que, a más de un año de ejercicio de Mancilla, sienten que no han sido tenidos en cuenta para integrar el “equipo chico” de la máxima autoridad regional, pese a que han sido varias las ocasiones en que han presentado el reclamo.
La dirigencia regional que controla el sector de la Nueva Izquierda (el mismo que lidera al PS a nivel nacional y del cual surgió la figura de la actual Presidenta Michelle Bachelet) nunca ha visto con buenos ojos que la intendenta haya incorporado como asesor a Gonzalo Pumarino, representante del Tercerismo.
Si bien nadie sabe hoy la influencia real que tiene Pumarino frente a la intendenta -algunos dicen que es muy escasa y hasta “nula”, según se apresura a asegurar uno de los más estrechos colaboradores de Mancilla-, lo cierto es que para la Nueva Izquierda su incorporación al gobierno regional fue vista como un acto provocador.
Del “equipo chico” se encargan de desmitificar el rol de Pumarino, negando que haya ejercido como asesor de la intendenta. “Nunca estuvo como asesor ni lo está. El es un funcionario adjunto a la Tercera División que está cumpliendo labores muy acotadas”, se replica.
En el último tiempo y a raíz de los reclamos de la directiva del PS, el sector de la Nueva Izquierda asegura que Eugenia Mancilla le había dado luces de que el cargo de jefe de gabinete que estaba pendiente podría ser de ellos.
Así, al menos, lo entendieron las “chicas” del PS y propusieron el nombre de Andrés Iglesias, de la Serplac.
Por eso, la desazón fue mayúscula cuando la semana pasada se enteraron de la confirmación de Cecilia Lagos como la jefa de gabinete de Eugenia Mancilla.
El malestar le fue representado a la máxima autoridad regional, quien replicó que, quizás, pudo haber existido un malentendido, pero que nunca había estado en discusión ni había pedido una propuesta de nombres.
El fin de semana el tema volvió a ser tratado, esta vez con el seremi de Gobierno, el PPD Eduardo Barros.
Este respondió que el PS no puede pretender imponer un nombre para un cargo de tal naturaleza, porque en ninguna esfera del gobierno, a nivel nacional y regional, se da el hecho de que un partido político le nombra el jefe de gabinete a la Presidenta de la República o, como en este caso, a la intendenta.
También habría insinuado que el PS estaba detrás de “un puesto”, lo cual fue totalmente rebatido, sosteniéndose que se trataba de guardar lo que son: una concertación de partidos, donde todos los referentes tienen que estar representados a la hora de decidirse las políticas y acciones del gobierno de Michelle Bachelet.
La Nueva Izquierda suma y, al poner la raya, le resulta que la intendenta Mancilla (DC) sólo está rodeada y se hace asesorar por gente de su propio partido y por el PPD Barros, que hace la vez de jefe. El “equipo chico” está hoy compuesto por el seremi de Minería, Mario Maturana; de Obras Públicas, Juan Francisco Miranda; y el coordinador de Seguridad Pública, José Saldivia. Y, para colmo de los socialistas, ahora la jefa de gabinete también es DC.
El PS rechaza que se sostenga que la gobernadora Ana María Díaz es parte del equipo político. Dicen que se le ofreció pertenecer a él, pero que ella explicó sus razones para no poder estar en forma continua en el cuarto piso de la intendencia, pues no puede descuidar sus funciones en la provincia.

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