lunes, 11 de junio de 2007

Bitar y el estudio de la energía nuclear: "Lamento que Chile se haya quedado tan atrás"

Economía y Negocios, El Mercurio
08.06.2007

El presidente del PPD asegura que "Chile no puede darse el lujo de decir a priori me niego a pensar en esa fórmula sin saber que puede llegar a ser necesaria".

Una estatuilla con un cóndor al revés es el galardón con el que Greenpeace premió, en el día del Medio ambiente, al presidente del PPD, Sergio Bitar, con el "condorazo ambiental". Ello, por la postura que éste ha tenido respecto de la energía nuclear en el país.

A pesar de eso, Bitar reitera la importancia de que Chile estudie esta opción. A su juicio, las prioridades del país deberían ser la hidroelectricidad; avanzar fuertemente en fósiles, particularmente carbón, pero con tecnologías que emitan lo menos posible; dar impulso al tema renovable, y tener estudios serios sobre energía nuclear.

-¿Qué le pareció que Greenpeace lo premiara con el "condorazo ambiental"?

"La energía nuclear genera debate en todo el mundo. Es crucial estudiarla. Por eso mi desacuerdo con aquellos que se oponen a hacer estudios. Operar en la oscuridad intelectual es pésima fórmula; por lo tanto, he planteado y me alegro que la Presidenta haya acogido la idea de poner en estudio, con una comisión dirigida por Jorge Zanelli, los temas más relevantes para que Chile se prepare en caso de tomar la decisión de instalar una planta en el próximo gobierno. Esto toma, a lo menos a partir de hoy, 12 a 15 años, y, por lo tanto, el país tiene que estar preparado en esta materia. Estamos atrasados".

-Entonces, ¿considera que Greenpeace es una institución oscurantista?

"Tengo aprecio por Greenpeace y comparto muchos de sus puntos de vista, pero aquí hay una mirada antigua. Hay cambios tecnológicos, productivos, en materia de seguridad. El tema del calentamiento global ha adquirido una relevancia enorme; tanto es así, que uno de los fundadores de Greenpeace (Patrick More) ha sido también uno de los promotores de estudiar la energía nuclear".

-¿Qué le respondería al director ejecutivo de Greenpeace, Rodrigo Herrera, quien dijo que usted no entiende que en Chile es imposible desarrollar la opción nuclear por un tema de costos, tecnología, seguridad y horizonte de factibilidad de los proyectos?

"Está equivocado. Los avances son importantes, los países hoy están revisando los hechos, las instalaciones existentes vienen de los años 70 y 80, hubo una suspensión con posterioridad a los casos de Three Miles Island, en Estados Unidos, y Chernobyl, en la ex URSS; más tarde ha habido cambios importantes en varios planos".

"Por lo tanto, hay que estudiarlo. No veo por qué alguien puede tener un prejuicio hoy y considerar que no es viable. Si no lo es, ¿por qué están haciéndolo Japón, China, Estados Unidos, Francia y Finlandia? ¿Por qué están haciendo upgrading de sus plantas de energía nuclear los alemanes y los suecos, que son países que además han tenido una postura de declinación, pero que, en cambio, han mantenido esas fuentes de producción?".

"No debe demorarse más (el estudio). ¿Por qué planteo esto? Por tres razones principales. La primera es que Chile necesita duplicar la potencia instalada, y la suma de los proyectos existentes, incluidas energías renovables, no alcanza a cubrir esa demanda adicional. Entonces, una razón de suficiencia de abastecimiento".

"La segunda es una razón de seguridad de abastecimiento. El desarrollo de Chile no puede depender de situaciones inciertas. La discusión mundial en este terreno también revela cuánto se puede usar como arma política el gas y el petróleo".

"Y la tercera es la razón de cuidado medioambiental, el calentamiento global y la emisión de CO2. Y, sin duda, las energías hidráulica, nuclear y renovables son las que permiten enfrentar mejor esa declinación de las emisiones".

-¿Qué pasa con los riesgos?

"Los riesgos son evidentes, por eso hay que hacer los estudios, para determinar si los avances tecnológicos van a permitir superarlos, por ejemplo, de construcción antisísmica, que yo creo que en eso hay condiciones de seguridad bastante más extendidas que antes, de funcionamiento, de tratamiento de los desechos, etcétera".

"El tema amerita un estudio más a fondo, y lamento que Chile se haya quedado tan atrás en esto".

-¿A quién le atribuye la responsabilidad de que nuestro país se haya quedado atrás en esto?

"Sin duda, hubo un efecto derivado de la crisis nuclear en los países que mencioné antes. Y la existencia de fuentes alternativas que se estaban viendo como promisorias, incluso hasta comienzos de 2000, como la hidráulica y el gas, que sustituiría nuestra carencia de petróleo".

-Pero, ¿no cree que ha faltado una visión de largo plazo de los gobiernos chilenos?

"Sí. A medida que Chile se adentra en una fase de desarrollo superior como estamos entrando hoy, hay dos ejes fundamentales para sostenerla: la educación y la energía".

"El Estado en los países más avanzados debe tener una posición mucho más proactiva en áreas estratégicas. Las áreas en las que es ineludible la presencia de un Estado moderno son educación, ciencia y tecnología, energía, protección medioambiental y bienes públicos, como el transporte público. Eso, sumado a la tarea número uno, que es la lucha contra la desigualdad y la pobreza".

"En esas áreas el Estado chileno tiene un atraso, y es por eso que tenemos que ir a una reforma importante del Estado".

-¿Chile debe adoptar la energía nuclear?

"Hay algunas personas que alientan a las energías renovables como fórmula de sustituto de esta discusión. Yo soy partidario de impulsar al máximo las energías renovables. Se ha enviado un proyecto de ley que señala un objetivo de alcanzar un 5% de la potencia instalada en energía renovable, pero va a costar mucho llegar ahí. Es decir, es importante y hay que desarrollarlo, pero es marginal a 10 años plazo. El pensar que pura energía eólica va a reemplazar a cualquier otra fuente es simplemente una insensatez; es cuestión de saber sumar".

"Entonces, hay que sumar y que restar, y darse cuenta de que esa posibilidad de tener que recurrir a la energía nuclear puede darse y puede ser, dentro de todo, la mejor alternativa o el mal menor, pero Chile no puede darse el lujo de decir a priori me niego a pensar en esa fórmula sin saber que puede llegar a ser necesaria, y además, al momento que alguien tuviera que tomar la decisión se encontraría sin los pasos previos que son indispensables, que van desde la formación de unas 500 personas especializadas, el diseño de nuevas instituciones para el control, la supervisión internacional, la emisión de normas".

-¿Fue un error el que Michelle Bachelet, cuando fue candidata, prometiera a los ecologistas no incluir la opción nuclear en la política energética?

"Ella comprometió una decisión que es factible, que es que durante su gobierno no se va a tomar una decisión de construir una planta, y eso me parece absolutamente sensato, porque los tiempos no dan para eso".

-Pero la idea que se dio fue que no era una opción el tema nuclear, sin estudios...

"Lo importante es que se ha reconsiderado el punto en cuanto a la conveniencia de estudiar. Uno puede decir yo no quiero que se instale en mi gobierno, pero no me niego a estudiarlo, porque mañana puede haber otro gobierno que piense de manera distinta y el país piense de otra forma y las circunstancias sean de otra manera. Y también ha habido un cambio muy rápido en los últimos cuatro o cinco años, con esto del calentamiento global y también la incertidumbre del abastecimiento".

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