| La Nación 05.04.2007 |
Leslie Ayala Castro
“Ustedes tienen una misión que va más allá de intereses particulares, deben responsabilizarse ante la comunidad. ¡Cómo van a ir por la vida peleándose y querellándose!”. De esta forma la titular del 8º Tribunal de Garantía de Santiago llamó la atención al concejal Pablo Vergara (PPD) y al alcalde de Ñuñoa, Pedro Sabat (RN), quienes se enfrentaron al mediodía de ayer en una disputa por injurias graves interpuesta por el militante de la Concertación contra el edil.
En la audiencia la magistrada Margarita Tapia dio lectura a la querella que se basa en un hecho ocurrido, el 5 de diciembre del año pasado, cuando un mail, de siete páginas, fue a dar a los ordenadores de medio centenar de funcionarios municipales en el que Sabat supuestamente exponía ante los trabajadores conductas inadecuadas, señalando que “es verdad que el concejal debe ver irregularidades en todos lados, ya que está acostumbrado a los menesteres oscuros”.
Además, consta en la acción legal que el mencionado correo añadía frases que atribuyen al funcionario un “currículo extenso de irregularidades” y que poseía un máster en “no probidad”, aludiendo a trabajos financiados con arcas municipales que Vergara nunca había llevado a cabo.
¿Publicam?
Incluso el edil le habría ejemplificado su dudoso accionar diciendo que éste montó una maquinaria fraudulenta para estafar al fisco similar al caso Publicam.
El episodio desató la molestia de Vergara, quien finalmente decidió recurrir a la justicia, aludiendo que el daño familiar y moral que provocó esta situación tiene que ser pagado de alguna forma.
Es así como sus abogados patrocinantes, María Luz Cerda y Juan Enrique Prieto, pidieron una pena para el alcalde ñuñoíno de 900 días de reclusión y el pago de una multa de 20 UTM, cerca de 650 mil pesos.
No se descartó también seguir una acción civil que indemnice al afectado en 100 millones de pesos.
La historia política da cuenta de diversos altercados que ambos funcionarios públicos han protagonizado. Su pugna data desde fines de los ’80, cuando terminada la dictadura, Pablo Vergara es designado por el ex Presidente Patricio Aylwin como alcalde de Ñuñoa. El cargo hasta ese entonces era ocupado por Sabat, quien ha vuelto a estar a la cabeza del disputado municipio desde 1996.
Ante la polémica que ha acompañado a estos dos políticos, la jueza de garantía no titubeó en invocar la necesidad de buscar una conciliación entre ambos, enfatizando en las responsabilidades que enfrentan ante la comunidad.
“Se necesita que toda la energía que utilizan en pelearse y ofenderse se debilite en pos del trabajo por la comuna que representan”, concluyó.
En vista que el concejal Pablo Vergara no cedió en su posición, se fijó una audiencia de preparación de juicio oral para el jueves 10 de mayo. LN
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