Esteban Valenzuela
Diputado PPD
La horrorosa expulsión sumaria de Jorge Schaulsohn, obrado por el Tribunal Supremo del PPD e instigada por la dirección Bitar-Auth, es un crimen político que traiciona los valores democráticos y progresistas de la Centro Izquierda, de la propia Concertación y de los mártires y lideres de esa amalgama de corrientes socialdemócratas, socialistas, socialcristianas, liberales progresistas, regionalistas y libertarias.
Shaulsohn no miente cuando establece que llevamos varias crisis de corruptelas, que estas no se solucionan sólo con un paquete de leyes, que se requiere voluntad partidaria para aislar a personajes que lideran pandillas, y que parte del origen de esta situación que afecta a la Concertación (y no niega su obra democratizadora y solidaria), se encuentra en los discursos que tienden a justificar malas prácticas para mantenerse en el poder ante una derecha dura y cooptada por los grandes grupos económicos, y en relaciones con recursos públicos que tienen sus orígenes desde el comienzo de la transición.
Se podrá discutir que Schaulsohn no pondera los contextos político-históricos de dicha situación y que no ha enfatizado las agendas estructurales contra estos males, como algunos situamos en la urgencia de reformar el sistema centralista discrecional de poder, en la falta de financiamiento público auditable de los partidos políticos, entre otros. Pero Jorge no ha mentido. La tendencia de algunos sectores a justificar lo inaceptable y a seguir operando con malas prácticas, ha llegado a un punto insostenible.
El mismo Tribunal que sanciona a Schaulsohn no actuó contra un grupo de mercaderes de la política en mi Región, a las cuales pedimos la expulsión, sin que dicho Tribunal hiciera nada, y hace pocos nos inventan injurias, que felizmente la Justicia está investigando.
La misma Dirección y el mismo Tribunal que no actúa con la misma fuerza y celeridad ante graves delitos imputados y avalados por miembros de su dirección.
Se expulsa a Schaulsohn por obra de una red poderosa, que ahora debiera pedir la exoneración de Edgardo Boeninger por iniciar la crítica a la justificación, de Martner por reconocer que hubo aportes reservados a los partidos, o al propio ex Presidente Aylwin que reconoció el pago de sobresueldos.
La verdad libera y se requiere entereza para aceptar la historia y corregirla con fuerza. El Tribunal-Dirección del PPD degradan el valor de la verdad, censuran y reprimen. Ellos dañan irremediablemente el Partido que fundamos en nombre de los DDHH, la democracia y la dignidad.
Ayer nos enfrentamos a una dictadura, hemos combatido en estos años tanto a la derecha neoliberal como las tendencias a un aparato burocrático- autoritario- clientelar en una parte de la propia Concertación. No tenemos miedo, y como ayer, seguiremos construyendo caminos porque Chile está primero que una red de lealtades espúreas, y los valores democrático progresistas no son monopolio de ningún grupo que pretenda negar el debate que en sus dolores ayuda a crecer.
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