La Nación
28.12.2006
A través de una carta que entregarían anoche -o a más tardar hoy- al presidente del PPD, Sergio Bitar, y al presidente del Tribunal Supremo, Estanislao Dufey, la disidencia interna, que encabeza Fernando Flores y cuyo segundo hombre era Jorge Schaulsohn, manifestará la “indignación” que causó en el sector la expulsión del ex diputado verificada la noche del martes. La medida adoptada por el TS ha causado revuelo y variadas reacciones en el partido, en un escenario donde se ha reabierto la guerrilla que estalló hace algunas semanas a propósito del caso del senador Guido Girardi.
La misiva fue acordada poco después del mediodía y busca poner en entredicho el dictamen del TS, que condenó a Schaulsohn sin que éste entregara personalmente sus descargos. Además, se quiere establecer un cuestionamiento a la autonomía y el nivel de los integrantes del órgano disciplinario. Inicialmente se analizó pedir la revocación de la medida, opción que al final se habría desechado.
Durante la tarde, la petición fue redactada por el diputado Jorge Insunza, que tras algunos desacuerdos entre los miembros del grupo opositor sobre el tenor del escrito -algunos postulaban irse del partido si es que el TS no echa pie atrás, mientras la mayoría no comparte esa alternativa- rehizo el documento.
Y es que la molestia de la disidencia se tornó brava entre algunos dirigentes, como el diputado Esteban Valenzuela, que dijo que le “repugna moralmente” la operación contra Schaulsohn por parte de Bitar; el secretario general, Pepe Auth, hombre de Guido Girardi, y algunos diputados ligados a este senador. “Este es un acto sumario de la peor especie, un acto autoritario, fascista, en un partido de izquierda, democrático y progresista”, afirmó Valenzuela.
“No voy a estar en un partido que sea instrumental a un aparato invisible de la parte más degradada del PPD. Me parece incongruente que den clases de buena conducta quienes en los pactos de la transición incubaron malas prácticas que explican situaciones históricas”, agregó. No obstante, los deseos iniciales de Valenzuela de presentar su renuncia a principios de enero fueron aplacados por el resto de la disidencia con el correr de las horas.
Otro de los floristas, el diputado Patricio Hales, señaló que “impedir el debate contra la corrupción es la peor forma de corrupción”. Pese a no compartir los juicios del abogado, “defenderé su derecho a debatir públicamente”, añadió. A su juicio, la decisión contra Schaulsohn “es una mancha a lo que hemos construido como partido. El país nos ha dado el apoyo durante 18 años por nuestra tolerancia, apertura al debate y ruptura con el pasado dogmático. Hoy nos ven, en cambio, como inquisidores”.
En la “interna” pepedeísta Schaulsohn es más próximo al núcleo liberal, cuyo buque insignia es el think tank Expansiva, que históricamente se ha asociado al PPD, aunque en aquél hay militantes con escasa vida partidaria y más bien figuras que han hecho de la independencia su rasgo más firme. La Presidenta Michelle Bachelet ha nutrido sus equipos de este sector, lo que ayer puso una cierta cuota de incertidumbre respecto de su estabilidad en el Gobierno. No obstante, fuentes del Ejecutivo como del PPD aseguraron que el caso Schaulsohn se ha convertido en muy específico y personal y que, por tanto, no debería afectar el compromiso programático del núcleo Expansiva con La Moneda.
Un hombre que se marginó hace un tiempo del PPD debido a la intolerancia interna fue Eugenio Tironi, que afirmó que la decisión del TS pone punto final a un proceso de “deterioro” que vive hace años la colectividad. Por su parte, el ex ministro Javier Etcheberry, próximo a Expansiva, señaló que está “replanteando” su militancia, ya que “no entiendo lo que pasa en el partido”.
No obstante, Bitar, apuntado -junto al senador Guido Girardi y el laguismo, aunque el jefe de esta corriente, Francisco Vidal, negó cualquier involucramiento en una operación- como uno de los instigadores de la expulsión de Schaulsohn-, salió hacia delante y entregó al Servel fichas de nuevos militantes y defendió la drástica sentencia: “La libertad de expresión es sagrada. La vamos a cuidar y la vamos a desarrollar, de manera que ninguna de las decisiones tomadas por el Tribunal Supremo restringe aquella libertad de expresión. Más todavía si quien fuera aludido por el Tribunal Supremo (en referencia a Schaulsohn) se siente liberado. Con mayor razón tendrá aún más libertad para opinar”.
“Si yo considero que la coalición a la que pertenezco funciona en base a una ideología de la corrupción, yo me voy”, indicó. “Acá hay declaración de difamación y de presunción de imputación de delitos, a un partido, a una coalición, y a todos sus dirigentes sin ningún hecho que la fundamente”.
jueves, 28 de diciembre de 2006
La disidencia PPD reacciona con cierta cautela ante expulsión del ex diputado Jorge Schaulsohn
Etiquetas:
Política Interna en Prensa nacional
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