jueves, 28 de diciembre de 2006

Schaulsohn descarta pedir reconsideración y evita una definición sobre su futuro político

La Nación
28.12.2006

La expulsión de Jorge Schaulsohn del PPD, tienda que contribuyó a formar en diciembre de 1987 y de la cual fue su primer secretario general -en una mesa dirigida por Ricardo Lagos-, disparó ayer todas las especulaciones posibles respecto de su futuro. En rigor, éstas no son nuevas. Hace algunos años, al iniciarse la administración laguista, en un cuadro donde parecía que la Concertación sería derrotada por Joaquín Lavín en 2005, se especuló intensivamente con la hipótesis de que Schaulsohn se uniera en un polo liberal -además anti UDI- con Andrés Allamand -recién retornado al país luego de su travesía del desierto en Washington- a partir de un estudio jurídico compartido.

Esta alternativa luego se diluyó y Schaulsohn se volvió a alinear bajo el paraguas concertacionista mientras Allamand viró hacia la derecha y hoy difícilmente podría ser incluido dentro del liberalismo.

Ayer el ex diputado fue cauto en esta materia. “El tiempo dirá”, respondió al ser consultado si motorizará un partido eventualmente bisagra. Sin embargo, también advirtió que “en ninguna parte está escrito en piedra que Chile va a tener Concertación y Alianza para siempre”. Debido a ello, se declaró “seguro” de que en la elección presidencial de 2009 “probablemente la Concertación va a tener más de un candidato en la primera vuelta” y que lo mismo sucederá con la derecha.

“Con la muerte de Pinochet murió también un pasado, porque tanto la Concertación como la Alianza en el fondo representan la división entre el Sí y el No y eso ha quedado completamente superado”, argumentó.

Según ha planteado Schaulsohn, él se sigue reconociendo en la Concertación, aunque en ésta crecen las voces que creen que el ex diputado se inclinará hacia otro proyecto, a lo menos en una franja con la derecha. Incluso en el Gobierno se piensa que su objetivo es terminar con la multipartidaria, a pesar de que hasta ahora Schaulsohn aparece como un francotirador en solitario y no se aprecia que pueda llevarse una tajada del partido.

En esta línea, en todo caso, Schaulsohn dijo ayer que “el Tribunal Supremo del PPD es un organismo político que no tiene independencia ninguna y actúa como tribunal de la Inquisición” y sugirió que quienes están detrás de su marginación, “van a tener que asumir las consecuencias que esto va a tener en la colectividad en el futuro”.

Schaulsohn planteó una vez más el distinto tratamiento que ha habido entre su caso y el de Guido Girardi: “Quiero decir que me parece curioso que se me expulse a mí y no a quienes falsearon facturas y le mienten al Servicio Electoral para falsear las cajas”.

NO A RECONSIDERACIÓN

Schaulsohn descartó solicitar una reconsideración de la medida. “No me interesa responder ante tribunales estanilistas por mi derecho a expresarme”, indicó, a pesar de que los alineados en la disidencia o florismo ayer evaluaron pedir al Tribunal Supremo revisar la sentencia. El ex parlamentario sostuvo que es “la mesa del partido la que me ha expulsado y el Tribunal Supremo no es más que un instrumento”.

Asimismo, Schaulsohn explicó que su demora en hablar de la “ideología de la corrupción” -él asumió la presidencia hace más de 12 años- se debe a que entonces no creía incorrecto lo que ocurría. “Por supuesto, soy corresponsable, sin duda, porque a mí tampoco me parecía malo”.

“Me parecía que era algo necesario y que había que hacer y nunca tuve ningún reparo”, subrayó. Agregó que “por eso no digo ‘que tremendo lo que hicieron’. Digo que ‘estuvo mal lo que hicimos’ y que eso llevó a otras cosas”.

Consultado las razones por las cuales no ha suministrado datos concretos acerca de su denuncia, el ex parlamentario respondió que “en su momento habrá que decirlo ante quien corresponda, pero lo concreto es que los partidos de la Concertación recibieron apoyo de gastos reservados y eso no está bien”.

“He llegado a la conclusión de que en algún momento uno empieza a apartarse del camino correcto”, manifestó.

Schaulsohn señaló también: “¿Cómo va a ser correcto que en una democracia, fondos que se han destinado a proyectos sociales vayan a parar a candidaturas políticas de la Concertación?”.

“Si criticamos a las empresas y a las sociedades anónimas abiertas que les dan plata a ciertos candidatos, ¿cómo vamos a permitir que los planes de empleo se usen para respaldar candidatos?”, señaló. “Ésa es una manera ilegítima de intervenir electoralmente”, concluyó.LN

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